Regalo de Navidad el que se llevó el Barça de Koeman en Pucela. El cuadro blaugrana consiguió un plácido triunfo ante el Valladolid (0-3) en un partido donde prácticamente todo fueron luces. El técnico holandés sorprendió con un planteamiento innovador, con tres centrales y dos carrileros, que le funcionó a la perfección.
Messi y Pedri consiguieron una total libertad y mucho espacio gracias a esta estrategia, y su conexión lideró la victoria culé. Lenglet y Braithwaite facilitaron el camino en la primera mitad, mientras que el argentino se unió a la fiesta en la segunda.
A Koeman le sale bien la jugada
Ronald Koeman sorprendió en Pucela al apostar por una completa revolución en su once. Cambió el esquema y salió con tres centrales, dos carrileros y un Messi y un Pedri mucho más liberados y con la libertad de jugar entre líneas. Una estrategia que funcionó desde el primer momento al cuadro blaugrana, e impedió al Valladolid encerrarse en su propio terreno de juego.
Durante los primeros minutos, se vio a los jugadores culés relativamente asombrados por el plantemiento. No obstante, no tardaron en analizar todas sus superioridades y dominar por completo el choque. En ataque, la libertad y el intercambio de posiciones fue la nota predominante. Todo, para acompañar a un Leo Messi especialmente comprometido y esta vez sí, acertado, sobre todo a la hora de asistir a sus compañeros.
Precisamente, de las botas del argentino salió el primero. Un centro preciso del capitán lo aprovechó Lenglet, que volvió a la titularidad, para adelantar a los visitantes. Tras el gol, el Barça no sacó el pie del acelerador y siguió intimidando la portería vallisoletana. Las ocasiones se sucedían hasta que Braithwaite, tras una jugada coral y una maravillosa asistencia de Dest, duplicó la ventaja.
Lenglet, celebrando su gol ante el Valladolid | EFE
El equipo de Sergio González buscó su opción al contraataque, pero precisamente se encontró con otra de las ventajas de esta nueva formación: tres centrales rápidos y contundentes, que detuvieron todos sus acercamientos. Mientras, el cuadro azulgrana, liderado sobre todo por Messi, seguía gustándose y buscando el tercero.
Pedri hace sonreír a Messi
Tras el paso por los vestuarios, el Valladolid dio un paso adelante en el terreno de juego, en busca de un gol que le permitiese meterse de nuevo en la lucha por el partido. Algo que facilitó todavía más los espacios en ataque para el conjunto blaugrana. En los primeros minutos de la segunda mitad, el choque se convirtió en un auténtico bombardeo culé. Messi fue el más insistente en busca de su gol, pero Jordi Masip se decidió a estropearle la noche (al menos, de cara a portería).
Los jugadores del Barça, celebrando un gol ante el Valladolid | FCB
Pero tanto insistir, acabó llegando el premio. De la conexión del argentino con Pedri, que se está convirtiendo en su mejor socio y uno de los compañeros que más están haciendo sonreír y disfrutar al 10 sobre el terreno de juego, surgió el tercero. El canario asistió con un taconazo mágico al de Rosario, que esta vez sí estuvo certero. Un gol histórico, que le permite superar a Pelé como el futbolista con más goles en toda la historia con un mismo club. El nacimiento de una conexión que, si se alarga, puede dar muchas alegrías al barcelonismo.
En los últimos minutos, el Barça intentó cerrar la goleada con un nuevo tanto, pero los postes o el guardameta del equipo de Pucela lo evitaron. Gran partido del Barça en todos los sentidos, bien protegido en defensa y con un Messi y un Pedri estelares. Versión con muchas luces del cuadro blaugrana, en un auténtico regalo de Navidad.