Deberes hechos. El FC Barcelona cumplió con la misión de superar al Levante en el Camp Nou para seguir con algo de vida en la Liga. Lo hizo, eso sí, con mucho sufrimiento. El equipo granota se ordenó muy bien defensivamente desde el primer momento y dificultó mucho el juego de los de Ronald Koeman.
Al final, 1-0 gracias a un solitario gol de Messi. Una vez más, las sensaciones no fueron buenas, pero eso era lo de menos este domingo. Lo que importaba era ganar, cortar la mala racha de resultados y recortar las diferencias con Atlético y Real Sociedad, líderes, hasta los nueve puntos. Y eso es lo que hizo el FC Barcelona.
De menos a más
No fue un partido plácido para el equipo azulgrana y, de hecho, las primeras ocasiones claras fueron de los visitantes. Jorge de Frutos pudo abrir la lata en el 12', pero disparó a las manos de Ter Stegen. Pocos minutos después, Dani Gómez le ganó la espalda a Lenglet y le faltó muy poco para rematar a bocajarro ante Ter Stegen.
Messi en el partido contra el Levante / EFE
Con el paso de los minutos, el nivel del Barça fue creciendo y a mediados de la primera mitad se convirtió en el único dueño del esférico. Fue ahí cuando empezó a generar ocasiones. Braithwaite lo probó con una rosca, Jordi Alba con una volea, Griezmann con otra, Messi de falta... Pero no hubo manera. Aitor Fernández se vistió de superhéroe y desvió todas las oportunidades.
La más clara de la primera mitad la tuvo Clément Lenglet, que culminó una semana para el olvido fallando a puerta vacía. Lo hizo tras un rechace de Aitor Fernández a disparo de Griezmann. Lo tenía todo a favor para ponerla en el fondo de las mallas pero incomprensiblemente mandó el balón fuera.
Decidió Messi
La segunda parte siguió el guión de la primera. El FC Barcelona seguía volcado en ataque, apretando y tenía el dominio claro de la posesión. Además, logró contener los contragolpes del Levante. El equipo granota se limitó a quedarse agazapado, defender, esperar que los minutos y rascar un empate en el Camp Nou.
Los jugadores del Barça celebran un tanto ante el Levante / EFE
El plan les estaba saliendo a la perfección hasta que Malsa, que hasta entonces había completado un partido redondo, perdió un balón cerca de la frontal. Frenkie de Jong robó el esférico, esperó al momento justo y se lo puso a Messi, que solo ante Aitor Fernández no falló. Y eso que el guardameta llegó a rozar el tiro.
En los últimos minutos, el Barça se dedicó a contemporizar y acabó con tres centrales tras la entrada de Umtiti por Griezmann. El Levante acabó apretando, pero los tres puntos se quedaron en el Camp Nou.