Este curso, el FC Barcelona ha encajado goles ridículos de manera inusual por los errores de sus guardametas. Ya lejos de la lucha por La Liga tras perder en Cádiz (2-1), el portero titular Ter Stegen fue el culpable del tanto que dio la victoria a los locales.
Después de empatar 1 a 1, llegó la acción que dilapidaría al Barça en el partido en el Ramón Carranza. Un saque de banda de Jordi Alba muy arriesgado hacia el área azulgrana puso en jaque mate a Clément Lenglet. Incapaz de controlar ese balón, el francés dejó el balón suelto dentro del área pequeña y Ter Stegen no acertó en su despeje, que acabó rebotando en Negredo para marcar el gol de la victoria para los andaluces.
Ter Stegen en el entrenamiento previo del partido contra la Juventus / FC BARCELONA
Ter Stegen en el entrenamiento previo del partido contra la Juventus / FC BARCELONA
Un error de principiantes. Bochornoso. Por falta de concentración. Y por desgracia, no es ni el primero ni el único error que cometen los porteros del Barça esta temporada. Ter Stegen ante el Atlético de Madrid en el Wanda y Neto Murara en Vitoria ante el Alavés protagonizaron salidas precipitadas y a destiempo que acabaron en un tanto en contra.
Impropio en La Liga
Lo cierto es que estos errores defensivos de los guardametas azulgranas no son propios de metas de un equipo que aspira al título de la Primera División de España. Goles que desmerecen los signos esperanzadores en algunos partidos del Barça en reconstrucción de Ronald Koeman.
Lo más preocupante es que Ter Stegen nunca había cometido este tipo de errores. Con un elevado nivel habitualmente, sus dos fallos han costado seis puntos al Barcelona en Liga: la mitad de los puntos de ventaja que está por encima el líder de la competición, el Atleti.
La 'cantada' de Ter Stegen ante Carrasco en el Atleti-Barça / REDES
La 'cantada' de Ter Stegen ante Carrasco en el Atleti-Barça / REDES
De hecho, todo el conjunto azulgrana vive este curso una continua irregularidad. Llegaban ante el Cádiz después de tres victorias consecutivas: contra el Dínamo de Kiev, contra el Osasuna y en Budapest contra el Ferencvaros. Once goles a favor y cero en contra. Hasta el pasado fin de semana, parecía que el Barça de Koeman por fin despegaba. Pero se siguen cometiendo los mismos errores.