Este Barça no termina de arrancar. Después de una buena racha de tres partidos goleando --Dinamo de Kiev (0-4), Osasuna (4-0) y Ferencvaros (0-3)--, llegó el jarro de agua fría. Los culés se atascaron en el Ramón de Carranza contra el Cádiz (2-1) y dejan la Liga prácticamente imposible.
El conjunto de Ronald Koeman terminó el sábado en la séptima posición con 14 puntos. En los diez partidos disputados, solamente se han ganado cuatro encuentros, empatado dos y perdido cuatro. Con estos números es muy complicado discutirle el título a los equipos que lideran la clasificación.
Los azulgranas están nada más y nada menos que a doce puntos del líder, el Atlético de Madrid del Cholo Simeone. Los colchoneros, que también tienen pendientes dos partidos atrasados por la Champions League del mes de agosto, no conocen la derrota: ocho victorias y dos empates.
Felipe celebra un gol del Atlético de Madrid / EFE
A los del Wanda Metropolitano (26 puntos), les sigue la Real Sociedad (24) y ya en tercera posición el Real Madrid (20). Entre culés y merengues encontramos equipos como el Villarreal (20), el Cádiz (18) y el Sevilla (16). A estas alturas, el objetivo parece entrar en plazas europeas.
Y es que el Barça podría terminar la jornada a media tabla, o incluso más abajo. Hay seis equipos por debajo con 13 puntos y muchos de ellos juegan este domingo sus partidos. Ahora mismo están más cerca del descenso, tres puntos, que de la primera posición, doce. Un dato para hacérselo mirar.
La historia no juega a favor
Hay un dato que no invita para nada el optimismo, más allá de los números del propio Barça. Este no es otro que nunca se ha remontado en la historia de la Liga una diferencia de 12 puntos para ganar el campeonato. Precisamente esta es la distancia entre culés y colchoneros. Se puede ir a 13 si este domingo gana la Real Sociedad.
Las estadísticas están para romperlas y a favor de los culés juega el hecho que solamente hemos disputado diez de las 38 jornadas ligueras. Queda mucho campeonato y todo puede suceder. Eso sí, el conjunto de Ronald Koeman debe cambiar el rumbo desde ya si no quiere quedarse en tierra de nadie durante lo que queda de curso.
Koeman en el banquillo contra el Cádiz / Redes
Tras la crisis institucional y deportiva de la entidad, era imaginable una transición en el equipo, pero pocos se esparaban que se dejarían 16 puntos en los primeros diez partidos ligueros. Mientras en la Champions League se avanza con pase firme --ante un grupo muy asequible--, la Liga está siendo la pesadilla de los culés.