El FC Barcelona hizo los deberes, y consiguió una victoria contundente ante la cenicienta del grupo, el Ferencvaros, en Budapest (0-3). Los culés sentenciaron el choque por la vía rápida en una primera mitad tremendamente efectiva. Un festival de juego y goles que facilitó a Koeman el hacer rotaciones y reservar a sus pesos pesados en los segundos 45 minutos.
Griezmann, Braithwaite y Dembelé lideraron un triunfo cómodo. La semana que viene, se jugarán en el Camp Nou ante la Juventus la primera posición del grupo. Un enfrentamiento que posiblemente no será tan asequible.
Por la vía rápida
El Barça se presentó en Budapest con la intención de acercarse a la primera posición de su grupo en Champions League. Ronald Koeman, consciente de los problemas que tuvo el equipo ante el Ferencvaros en los primeros minutos de la en la ida, apostó por no hacer excesivas rotaciones. El técnico holandés planteó una alineación con muchos de los titulares, con la intención de certificar el choque por la vía rápida.
Un plan que le salió a la perfección al entrenador blaugrana. Los culés protagonizaron un festival de fútbol y goles en los primeros 45 minutos. Dominaron por completo el balón y no permitieron ni un solo acercamiento al cuadro húngaro. Un dominio que además, materializó en goles.
Braithwaite, celebrando su gol ante el Ferencvaros | FCB
Antoine Griezmann abrió el marcador en un maravilloso remate de tacón, tras aprovechar una gran conexión de Dembelé y Jordi Alba. Esa banda izquierda fue un auténtico quebradero de cabeza para los locales. Y de ahí llegó, pocos instantes más tarde, el segundo. De nuevo El Mosquito fue protagonista, al superar a su defensor y dejar el gol en bandeja a un Braithwaite que alargó su buena racha de cara a portería. Finalmente, el danés provocó un claro penalti que cedió al extremo francés, para poner el tercero y sentenciar el partido.
Ahora sí, rotaciones
La ventaja en el marcador esta vez sí, permitió a Koeman reservar a todos sus pesos pesados con la seguridad de tener el partido controlado. Busquets y Jordi Alba fueron los primeros en salir al descanso. No tardó también en sacar a Griezmann y Lenglet. A su vez, jugadores como Aleñá, Riqui Puig o Junior Firpo tuvieron minutos y oportunidades en la segunda mitad.
Unos segundos 45 minutos con un FC Barcelona intenso, sin sacar el pie del acelerador y en busca del cuarto gol. Dembelé, sorprendentemente capitán, lideró a un cuadro catalán tremendamente joven. El francés fue el que más lo intentó, en busca de su doblete.
Dembelé, sorprendente capitán, lo intentó hasta el final contra Ferencvaros| EFE
Finalmente, y pese a que el Barça tuvo oportunidades para engordar todavía más la ventaja, la falta de acierto impedió una goleada mucho más aplastante. Triunfo colectivo del cuadro catalá. Gran compromiso por parte de todos los futbolistas, que hicieron que la baja de Messi prácticamente ni se notase. Baño de confianza para remontar en Liga, y certificar su pase como primeros de grupo la próxima semana ante la Juventus.