El partido del FC Barcelona en el campo del Ferencvaros estará marcado por las rotaciones. Ronald Koeman, consciente que el encuentro de Champions League es casi intrascendente, quiere dar minutos a los menos habituales y así reservar a los teóricamente titulares para la Liga.
Se espera pues, que algunos jugadores prácticamente descartados vuelvan al once como ya hicieron contra el Dinamo de Kiev. Uno de los que mejor rindió fue Carles Aleñá, que disputó todo el encuentro como doble pivote. Aunque no es su posición ideal, volvió a dar una lección de pases y atrevimiento.
Carles Aleñá contra el Dinamo de Kiev / FC Barcelona
Tiene muchos números de repetir en la medular junto a Miralem Pjanic, que se quedó sin minutos contra el Osasuna (4-0). Tampoco se puede descartar que avance su posición o que se vuelva al 4-3-3, poco usado por el técnico holandés. Sergio Busquets, que necesita rodaje después de la lesión, está en la convocatoria.
Aleñá ya demostró en Ucrania que puede ser importante. Participó en tres de los cuatro goles del equipo. Primero, hizo el pase vertical que terminaba con el penalti a Martin Braithwaite. También lanzó a la perfección el saque de esquina del segundo tanto del danés y colaboró en el gol de Antoine Griezmann.
Rotaciones en la parcela ofensiva
Con Leo Messi y Philippe Coutinho en Barcelona, se esperan muchos cambios en las posiciones de ataque. Uno de los hombres que pueden reaparecer es Riqui Puig, que ya tuvo 25 minutos contra el Dinamo de Kiev. El de Matadepera solamente ha disputado tres minutos en la Liga.
Riqui Puig, en un partido con el Barça | EFE
Ronald Koeman no confía en él en el doble pivote y en el 4-2-3-1 lo ve como un mediapunta. Sin el brasileño, tiene números de ser él el escogido. Pedri González está por delante, pero la prioridad del equipo ahora mismo es el encuentro contra el Cádiz y dar oportunidades a los menos habituales en Europa.
No se puede descartar que se quede en el banquillo y ocupe su lugar Aleñá. Lo que es más seguro es que los dos extremos sean Ousmane Dembelé y Francisco Trincao y que en la punta de ataque repita Martin Braithwaite. El escenario es ideal para reivindicarse.