Leo Messi es para muchos el mejor futbolista del mundo, e incluso, de la historia. Una de las razones es su dominio en prácticamente todos los aspectos del juego. Los tiros libres es una de sus armas más letales desde que es profesional.
El delantero argentino nos tenía acostumbrado a su facilidad para anotar en esa faceta. Actualmente cuenta con 47 goles con el Barça y otra media docena con la selección argentina. En total 53 son sus goles marcados desde el libre directo. Sin embargo, lleva desde el 16 de julio frente al Osasuna sin agrandar su estadística.
Sequía preocupante
En el último partido el seis veces balón de oro dispuso de tres oportunidades de falta, las cuales quedaron en nada, y con estos ya son 51 intentos sin conseguir hacer diana. La situación extradeportiva puede condicionar su rendimiento en una temporada realmente complicada.
Leo Messi, desolado lamentando la derrota ante el Atlético | EFE
Su sequía preocupa ya que el astro argentino aún no ha podido marcar su primer gol de tiro libre en la temporada. En la pasada campaña consiguió anotar cinco tantos, la cifra más baja de sus últimas tres temporadas, sin contar esta. Su disparo tras la barrera está cayendo en rendimiento.
Demasiadas preocupaciones
El capitán argentino está viviendo una de las campañas más delicadas y difíciles de su carrera deportiva. El vínculo que parecía irrompible con el club de su vida está prácticamente roto y el Barça lo nota en el terreno de juego.
Un gesto como el tiro libre precisa, aparte de calidad y potencia, de concentración. Esa concentración no la está encontrando un Messi que con los rumores de su salida del club no parece estar en su mejor momento de forma.
Gol para desquitarse
A pesar de ello, frente al Osasuna pareció despertar, al menos durante una maravillosa jugada que culminó con un golazo y con especial dedicatoria a Diego Armando Maradona, recientemente fallecido. Quizás ese pueda ser un punto de inflexión para su mejoría de cara a su rendimiento deportivo.
Leo Messi, en su homenaje a Maradona | EFE
Ya que la realidad es que Messi lleva siete tantos en 12 encuentros, lo cual parece una cifra aceptable. Sin embargo, cuatro de ellos fueron desde el punto de penalti. Es decir, solo ha marcado tres tantos en jugada, algo que para la Pulga es escandalosamente pobre.