Gerard Piqué ha tomado una decisión. El central del FC Barcelona encendió todas las alarmas en el encuentro del pasado sábado contra el Atlético de Madrid. Un choque con Correa le obligó a dejar el terreno de juego. Las pruebas del día posterior mostraron que sufre un esguince de grado tres en el ligamento lateral interno y una lesión parcial en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
El futbolista blaugrana optó por ser valiente, y demostró su compromiso al decidirse por un tratamiento conservador, y evitar el quirófano. Una apuesta arriesgada, pero que si sale bien, le permitiría regresar a los terrenos de juego en un máximo de cuatro meses. Pese a que muchos de los especialistas, incluido el doctor Ramon Cugat, le recomendó operarse, Piqué escogió la opción más comprometida pero a la vez más rápida.
Piqué, tras lesionarse contra el Atlético de Madrid | EFE
Porque, con 33 años ya, Piqué no quiere perderse nada ni estar en la enfermería más del tiempo necesario. De hecho, menos de una semana después de que se rompiera, ya ha empezado a trabajar en su recuperación, a través de un revolucionario tratamiento.
Con factores de crecimiento
En este sentido, según informó AS, un día después de reunirse con el doctor Cugat y tomar una decisión, ya se desplazó a la Clínica Quirón para someterse a la primera tanda de infiltraciones de factores de crecimiento en su rodilla derecha. Se trata de una técnica que consiste en centrifugar la propia sangre del paciente para dejar sólo plaquetas y plasma, que se infiltrará con varias punciones en la zona afectada con el fin de regenerar cuanto antes el tejido dañado.
Piqué llorando por su lesión en el Wanda Metropolitano / FC Barcelona
Una determinación osada por parte del catalán. Y es que sin una artroscopia es imposible recuperar una rotura de cruzado, por lo que el objetivo es reforzar el ligamento lateral interno, con el fin de que se estabilice la rodilla sin la ayuda del cruzado anterior. Un tratamiento que no le da la seguridad de regresar al 100% esta temporada, ya que si no hay una regeneración correcta o no hay una estabilidad suficiente, Piqué tendrá que pasar igualmente por el quirófano. Pero como mínimo, ha querido intentarlo el defensa.
El doctor Cugat será el encargado de supervisar todo el proceso de terapia con factores de crecimiento. En principio se pinchará semanalmente con el fin de que la regeneración se consolide cuanto antes. Piqué ha empezado ya a trabajar para volver cuanto antes a los terrenos de juego. Ha optado por el camino más rápido pero a la vez menos seguro. Quiere estar cuanto antes con sus compañeros y llegar a la parte decisiva del campeonato. Veremos cómo evoluciona y que no sea contraproducente para su futuro.