El inicio de temporada del Barça de Koeman está siendo una completa montaña rusa. En Champions League, el cuadro azulgrana se está mostrando intratable. Llevan cuatro victorias en cuatro partidos, y ya están matemáticamente clasificados para los octavos de final de la máxima competición continental. Ahora, deberán disputarse con la Juventus el primer puesto para así evitar un coco en la próxima ronda.
En cambio, esta velocidad de crucero no la han demostrado en Liga. Los culés han protagonizado uno de los peores arranques en el campeonato nacional de su historia reciente. Marchan 13º en la clasificación, y solo han sumado 11 de los 24 puntos que han disputado. Unos números horribles evidenciados por sus duras derrotas en choques clave.
Leo Messi, cabizbajo en un partido del Barça | EFE
Los pesos pesados del vestuario están siendo los más criticados en este irregular inicio de curso. Messi, Busquets, Piqué o Sergi Roberto está rindiendo lejos de su nivel habitual. Pero lo que más se les está reprochando es no dar la cara tras los grandes desastres.
Pedri y Dest se comieron el marrón
Fueron dos los casos especialmente controvertidos. Tras la dura derrota ante el Real Madrid en el Camp Nou, Sergiño Dest, uno de los nuevos fichajes, se vio obligado a pronunciarse ante los medios de comunicación. "Fue un partido muy duro. Tuvimos ocasiones y ellos también. Estoy fastidiado por la derrota. El Clásico es un gran partido para jugar, pero es muy malo que hayamos perdido. Ellos estuvieron más acertados, pero creo que merecimos más. Tenemos que estar más precisos", señaló el lateral estadounidense. Las vacas sagradas se marcharon directamente al vestuario.
Semanas después, llegó el duro varapalo ante el Atlético. Y de nuevo se repitió la misma situación. Un novato como Pedri fue el que dio la cara. "Sabíamos que veníamos a un campo difícil, sabíamos que nos podía pasar esto y toca seguir trabajando. Tuvimos poco acierto de cara a gol. En el 45 nos marcaron el 1-0, que mentalmente nos dejó tocados por el minuto que es”, explicó el canario.
Dest, en una entrevista tras caer contra el Real Madrid | REDES
En cambio, la situación cambió por completo tras conseguir un buen resultado, como pasó por ejemplo después de vencer con soltura en Kiev. Hasta cuatro jugadores (Dest, Alba, Aleñá y Mingueza) participaron en breves entrevistas postpartido. Una preocupante política del Barça, pero también de sus estrellas, que son los que pueden elegir hablar ante las cámaras.
Un ejemplo que demuestra que los pesos pesados del FC Barcelona están cada vez menos implicados con el equipo. Y es que cuando deberían tener más ganas de dar explicaciones es tras una dura derrota. Y no esconderse, y aparecer solamente con un mensaje preparado, y con ganas de dinamitar al club.