No está siendo un comienzo de temporada fácil para Leo Messi. El delantero argentino protagonizó el culebrón del verano por su posible salida del FC Barcelona. A raíz de ese suceso, se observa con lupa su rendimiento y cada vez que completa un partido discreto se cuestiona su valía en el equipo azulgrana.
En el Wanda Metropolitano le volvieron a no salir las cosas. El complejo planteamiento defensivo del Atlético de Madrid lo desactivó del encuentro. Fue complicado encontrar una buena acción del 10 en el duelo contra el equipo colchonero. Tuvo muy poca incidencia en el juego y no llegó a conectar en ningún momento.
No hay manera
Frente al cuadro del 'Cholo' Simeone, Leo prolongó su agonía con las faltas. Eran -y son- una de sus muchas especialidades, pero de un tiempo a esta parte su efectividad se ha reducido de forma alarmante. Hace meses que los libres de directo han dejado de ser un penalti con barrera para el delantero argentino.
Leo Messi, celebrando su gol ante Osasuna | EFE
Su último gol de falta data del 16 de julio, en el choque frente a Osasuna en el Camp Nou. Con la Liga en juego, el 10 puso el esférico en la escuadra y dio algo de vida al FC Barcelona. El 10 ni siquiera celebró ese tanto. Levantó el brazo e hizo un gesto que demostró su frustración con las faltas.
Es el único libre directo que ha anotado Messi en sus últimos 48 lanzamientos. Ante el Atlético lo intentó en dos ocasiones, y ambas se estrellaron en la barrera. Oblak ni siquiera tuvo que moverse para evitar el gol del delantero argentino.
Racha alarmante
La de las faltas no es la única mala racha que mantiene el 10 en los últimos partidos. El famoso estadista MisterChip apuntó en su cuenta de Twitter que Leo solo ha marcado en dos de los últimos 15 encuentros del FC Barcelona fuera de casa en Liga.
Messi ante el Atlético de Madrid / FC Barcelona
Anotó el último tanto de la goleada (0-4) del equipo azulgrana en Mallorca la temporada pasada. Y logró un doblete en la última jornada de Liga contra el Alavés, en un choque en que ni el cuadro catalán ni el vitoriano se jugaban nada. En los otros trece partidos ha sido incapaz de anotar.
Las faltas han pasado de ser una especialidad de Messi a convertirse en una obsesión para él. No solo eso, sino que únicamente ha marcado en dos de los últimos 15 compromisos ligueros del Barça fuera de casa.