Un Barça sin alma cayó de forma contundente en el Wanda Metropolitano (1-0). Partido horroroso no por el resultado, sino por las sensaciones. El conjunto azulgrana se mostró estéril, sin ideas y sin motivación, y se vio superado en todo momento por un Atlético mucho más serio y con los ideas claras.
Un gol cerca del descanso fue suficiente a los de Simeone para superar a un FC Barcelona muy limitado, que además fue gravemente perjudicado por los problemas físicos. Tanto Piqué como Sergi Roberto tuvieron que marcharse por problemas físicos graves. Al cuadro catalán le falta tiempo, trabajo y coraje para poder ser un aspirante serio. Messi y Griezmann siguen sin encontrarse, y el conjunto culé volvió a demostrar que está muy lejos de ser un equipo candidato a ganar algún título este curso.
Jarro de agua fría
El Barça llegaba al Wanda Metropolitano con la intención de dar un golpe en la Liga, y medir sus aspiraciones ante uno de los grandes cocos del campeonato español. Los partidos ante el Atlético de Madrid han sido un auténtico dolor de cabeza para los culés en los últimos años. El estilo agresivo y defensivo de los colchoneros contrasta totalmente con el juego de posesión del cuadro catalán.
Y este encuentro, no iba a ser menos. Ambos equipos son dos de los grandes aspirantes a levantar el título, y lo demostraron en los primeros instantes. Tantos azulgranas como rojiblancos se plantaron en el césped con la intención de hacer suyo el partido, y adelantarse cuanto antes. Un intercambio de golpes con ocasiones claras tanto del FC Barcelona como del Atleti. Pero el gol no llegó.
Carrasco, celebrando su gol ante el Barça | EFE
Después de unos primeros 15 minutos exaltados, el choque se durmió. Decidieron no arriesgar y centrar sus esfuerzos en no llegar a la media parte por detrás. Ninguno de los dos consiguió dominar en exceso el control del balón, y las ocasiones desaparecieron. Y cuando la primera mitad parecía destinada a irse al descanso con las tablas en el marcador, un error de comunicación de la defensa del Barça propició el gol de Ferreira Carrasco en la última acción del primer tiempo. Un auténtico jarro de agua fría.
Un Barça sometido
Tras el paso por los vestuarios, los del Cholo Simeone evidenciaron todavía más ser un equipo consciente de sus grandes ventajas y ya formado. En frente, un Barça que demostró que está todavía en pleno proceso de reconstrucción y buscando su idea de fútbol. Tanto físicamente, como en el control del balón, los rojiblancos dominaron por completo el choque. ante un cuadro azulgrana inofensivo y totalmente superado.
Asimismo, todavía se complicó más el choque cuando, a falta de 30 minutos para el final, Koeman tuvo que sustituir a un Gerard Piqué que se marchó lesionado, con una previsible grave lesión en la rodilla. El técnico holandés no se rindió, y optó por poner en el terreno de juego a prácticamente todas sus armas ofensivas para remontar el enfrentamiento.
Leo Messi, en una acción ante el Atlético | EFE
No obstante, el equipo culé no fue capaz en ningún momento de destrozar la armadura ofensiva planteada por el conjunto colchonero, que vetaron por completo las acciones por el centro y solo facilitaron las jugadas por banda. Dembelé fue el que más lo intentó, pero no acabó de estar fino. Messi y Griezmann estuvieron desaparecidos. Y ni siquiera los cambios de Koeman cambiaron la cara de un FC Barcelona estéril, y totalmente sometido por los locales.
Con más alma y corazón que fútbol, el Barça lo intentó hasta el último segundo. Sin embargo, no atemorizó en exceso a un Atlético bien colocado. Partido horroroso de un Barça completamente superado, sin alma, y que se coloca ya a nueve puntos de la cabeza. Mucho deberá cambiar el equipo culé para luchar por el título más abierto de los últimos años, y que tiene al conjunto rojiblanco como gran favorito.