Antoine Griezmann volvía a casa. Un Wanda Metropolitano donde jugó durante cinco temporadas y se convirtió en un auténtico ídolo. Y lo hacía con la intención de romper dos retos importantes: el primero, marcar por primera vez al Atlético como rival. Ni en el Barça ni en la Rea Sociedad ha sido capaz de conseguirlo. Y el segundo, reconciliarse y firmar la paz en el terreno de juego con Leo Messi.
No obstante, en una noche para el olvido, no fue capaz de sobreponerse a ninguno de estos dos objetivos. El delantero francés fue titular, y tuvo una ocasión muy clara para superar a Oblak en los primeros instantes del choque. Sin embargo, su disparo de marchó alto. Y ahí acabó prácticamente toda su aportación al ataque del FC Barcelona.
Griezmann, en una acción ante el Atlético | EFE
El Principito esta vez no estuvo solo desacertado de cara a puerta, sino que además no participó en la creación de juego y tampoco ayudó en exceso al equipo en tareas defensivas. Estuvo desaparecido y naugrafó de nuevo ante los colchoneros.
Messi y Griezmann, desaparecidos
Ni Griezmann ni Leo Messi tuvieron su mejor noche. El Cholo Simeone dio una auténtica clase táctica a Ronald Koeman, planteando una armadura defensiva para cerrar completamente los espacios por dentro, y dejando solo los laterales para que los jugadores azulgrana pudiesen encarar. En este contexto, Dembelé fue el que más lo intentó, pero no estuvo especialmente acertado.
Se le acaban las oportunidades a un delantero galo muy irregular, que sigue demostrando que no es el atacante que necesita el Barça. Griezmann llegaba con ilusión para marcar por primera vez a su exequipo, y compaginarse todavía más con el 10 culé tras las últimas y polémicas declaraciones de su entorno. Nada más lejos de la realidad.
Griezmann, desacertado ante el Atlético de Madrid | EFE
Esta vez, no fue que Messi y Griezmann no se buscasen. Sino que el FC Barcelona se mostró como un equipo sin alma, e incapaz de superar en ningún momento a un conjunto mucho más trabajado como el Atlético. El cuadro catalán sigue en proceso de reconstrucción, y en busca de su juego y de sus referentes. Y tras este desastre, deberán preguntarse si tanto el de Rosario como el galo están capacitados para liderar esta etapa del Barça. Porque, especialmente en partidos grandes, están dejando mucho que desear.