La llegada de Antoine Griezmann al Barça estuvo manchada por la polémica. El delantero francés anunció su llegada al Camp Nou a través de un documental, después de que solo un año antes cerrase la puerta al club culé de la misma manera. Una decisión que no gustó a parte del vestuario, entre ellos Leo Messi. Lo que ha provocado que el galo tuviese que luchar y trabajar todavía más para ganarse el respeto de la plantilla.
Su primera temporada en el FC Barcelona no fue fácil. En sus primeros meses, sus compañeros no le buscaban y la falta de sintonía era evidente. Pese a su esfuerzo y su implicación, no conseguía ganarse la confianza y el cariño del vestuario. Hasta que entró Luis Suárez en escena. Una pieza clave para mejorar la relación entre El Principito y el capitán culé. Su primera temporada no fue del todo mala, pero lejos de los números que se esperaban de él.
Antoine Griezmann, lamentando una ocasión contra el Getafe | FCB
En este segundo curso, y tras la marcha del uruguayo al Atlético de Madrid, el delantero galo sabía que debía dar un paso al frente, y se convertiría en uno de los jugadores importantes del ataque. De momento, Ronald Koeman le está dando oportunidades de sobra para ser importante. Sin embargo, sigue gafado de cara a portería y cada vez hay menos paciencia en el palco del Camp Nou con él.
Griezmann lo está intentando todo
Pocas críticas pueden haber sobre su compromiso y su trabajo en el terreno de juego. No obstante, este Barça necesita gol, y Griezmann no está siendo capaz de ser el delantero que requiere el vestuario. Lo está intentando todo para ganarse la confianza tanto de sus compañeros como de la afición. Pero sus errores de cara a portería le están perjudicando notablemente.
Sin embargo, El Principito no está dispuesto a tirar la toalla. Sabe que debe seguir con la misma dinámica a nivel de actitud, y confía en que las ocasiones le acaben entrando. Con goles, la relación tanto dentro del vestuario como con el barcelonismo mejorará.
Que su implicación es máxima con el equipo y con la ciudad de Barcelona lo volvió a demostrar a través de sus redes sociales. El ariete francés publicó en su cuenta personal de Instagram un emotivo mensaje en medio de la pandemia de coronavirus que está azotando al mundo. Griezmann se acordó de sus seres queridos y reconoció que tiene ganas de volver a jugar en presencia de los aficionados del Barça en el Camp Nou. Niños, padres, madres, abuelos, abuelas, afición de cualquier equipo, especialmente a los del Barça... Se os echa de menos...". Y lo acompañaba de una imagen suya abandonando un Estadi con las gradas vacías.