Este miércoles visita el Camp Nou un viejo conocido del mundo del fútbol. Al frente del rival del Barça, el Dinamo de Kiev, estará Mircea Lucescu, un veterano entrenador que lleva tiempo corriendo por los banquillos. Para aquellos que no lo recuerden, fue el entrenador del Shakhtar Donetsk de los años 2004 a 2016.
Los ucranianos llegan a Barcelona en cuadro, con 13 positivos por coronavirus y, aunque prometen dar guerra y complicarle las cosas a los culés, se avecina tarea difícil. Y es que el míster rumano de 74 años ya sabe lo que es poner en apuros a los azulgranas. En el curso 2004-05 les venció por 2-0 y para el recuerdo quedará el sufrido gol de Pedro Rodríguez en la Supercopa de Europa de 2009.
La dura etiqueta de traidor
Lucescu desarrolló su carrera profesional como futbolista únicamente en Rumanía, su país natal. No salió de sus fronteras durante toda la etapa de jugador y sus primeros pasos en los banquillos también fueron en el este de Europa. Entre los más de diez equipos que entrenó destacan el Dinamo de Bucarest, el Brescia, el Inter de Milán, el Galatasaray, el Besiktas o, donde se dio a conocer, el Shakhtar.
En 12 años al frente del conjunto de la región del Donbass consiguió crear una comunión de jugadores locales y brasileños con nombres destacados como Fernandinho, Willian, Douglas Costa, Luiz Adriano, Jadson o Ilsinho. Esto le llevó a ser el club hegemónico en Ucrania, donde levantó un total de 22 títulos, entre ellos ocho ligas y seis copas. Llegó a la cima europea al coronarse campeón de la UEFA en 2009.
Publicación del Shakhtar agradeciendo a Mircea Lucescu / Redes
En 2016, cuando era todo un ídolo en Donetsk, decidió cambiar de aires. Tenía ofertas más tentadoras, de Rusia y Turquía principalmente, y finalmente se decantó por el Zenit de San Petersburg, que buscaba sustituto de André Villas-Boas. Poco duró la aventura, en 2017 se hacía cargo de la selección turca, que dirigiría hasta 2019.
La etiqueta de traidor por parte de muchos aficionados ucranianos viene de este mismo verano. A principios de julio, el Dinamo de Kiev, eterno rival de Shakhtar, anunció que Mircea Lucescu era el nuevo entrenador, algo que desató la irá entre los hinchas más radicales de uno y de otro equipo, siempre luchando por ser el mejor del país.
Mircea Lucescu en su presentación con el Dinamo de Kiev / Redes
Tanto fue así que el entrenador se vio obligado a dimitir ante las constantes amenazas antes de iniciar la temporada. Finalmente, la directiva lo pudo convencer de quedarse y ha habido una tregua. Los buenos resultados en la liga, líderes cuatro puntos por encima del eterno rival, le da crédito suficiente para seguir al frente del banquillo.
Clasificación complicada
Con un equipo bajo mínimos debido al coronavirus, todo apunta que el Dinamo de Kiev se conformará en certificar su pase a la Europa League e intentar repetir lo que hizo el Shakhtar Donetsk de Lucescu en 2009. Actualmente suman un punto, empatado con el Ferencvaros, por detrás de la Juventus de Turín (4) y el Barça (6).