Los primeros partidos de la temporada 2020-21 del FC Barcelona han dejado muchas sensaciones positivas y algunas dudas sobre la planificación del equipo. Una de las más preocupantes es en la parcela defensiva, donde se cuenta con pocos efectivos y ya han empezado a haber bajas.
Contra la Juventus de Turín se lesionó Ronald Araújo, llamado a ser el tercer central por detrás de Clément Lenglet y Gerard Piqué. El entrenador Ronald Koeman apenas tiene en cuenta a Samuel Umtiti, ya casi totalmente recuperado de su lesión, y circunstancialmente ha ocupado la posición en el eje de la zaga Frenkie de Jong.
Por ese motivo, y aunque la junta directiva de Josep Maria Bartomeu ya no esté, el club sigue trabajando en incorporar a un central de nivel lo antes posible. Se avanzó en la opción de Éric García, pero en los últimos instantes del mercado de fichajes veraniego la operación se truncó. Volverán a la carga en enero.
Nueva ofensiva
El joven central (19 años) del Manchester City sigue sin renovar su contrato con los ingleses y pondrá fin a su vinculación en verano de 2021. Está seguro de que su futuro pasa por el Camp Nou y no dará su brazo a torcer. Si los equipos no llegan a un acuerdo en invierno, esperará a julio para salir libre.
Pep Guardiola, dando instrucciones a Éric García | EFE
Los del Eithad Stadium están dispuestos a aceptar una oferta de traspaso más baja a la que pedían hace unos meses. Le quedarán seis meses de contrato y la Comisión Gestora de Carles Tusquets no tirará la casa por la ventana en ningún caso. Esta operación está avalada por la junta directiva saliente, la secretaría técnica y el entrenador.
Por parte institucional, el debate está servido: ¿puede la Comisión Gestora hacer fichajes? En principio no podrían pues su única función es convocar elecciones y mantener una cierta estabilidad, pero si se considera un movimiento que generase pleno conceso entre la mayoría de socios y precandidatos o también marcado como indispensable, sí que podrían.
Pese estar en un contexto económico muy complicado, con una rebaja salarial sobre la mesa, podrían ofrecer unos ocho millones de euros, una cifra parecida a la primera ofensiva que presentaron en verano. Txiki Begiristain y compañía se verían obligados a aceptar el acuerdo debido a la finalización del contrato de Éric y que es una posición que tienen más que cubierta.
Por parte del jugador, no hay ninguna duda que si sale de la Premier League será para recalar en el Barça. Es un barcelonista de cuna, con un estilo muy adecuado para el juego culé y con una opción única de hacerse con la titularidad en una defensa que sigue generando varias dudas.
Presente y futuro
Con la negativa del City a los azulgranas en verano, muchos le auguraban a Éric un inicio de temporada en el banquillo cityzen. Eso no ha sido del todo así. Pese a fichar en verano a Nathan Aké y a Rúben Dias, Pep Guardiola se ha visto obligado a alinearlo en partidos importantes en este curso como en la Champions League contra el Oporto.
Más allá de todo el culebrón de su salida, el catalán sigue creciendo y acumulando minutos en la élite. Aunque todavía tiene mucho camino por delante, podría llegar al Camp Nou en un momento delicado y donde tendría un papel muy importante para el presente y el futuro a corto y a largo plazo. Un fichaje estratégico que no se ha parado.