El FC Barcelona se marchó Mendizorroza con solo un punto, que confirma el terrible inicio liguero del conjunto azulgrana. El empate contra el Alavés aumentó una racha negativa que se extiende ya a cuatro partidos sin conocer la victoria. En estos momentos, el cuadro culé suma ocho puntos en seis partidos y está ya a ocho del líder, el Real Madrid.
Se trata del peor arranque del club catalán de los últimos 18 años. Hay que remontarse hasta la temporada 2002-03 para un inicio similar. Fue precisamente con otro técnico neerlandés en el banquillo, Van Gaal. En aquella campaña, el entrenador no llegó a terminar el curso y fue despedido después de la primera vuelta. Veremos qué pasa con Koeman que, pese a los resultados, está dejando buenas sensaciones.
Koeman, lamentando el empate ante el Alavés | EFE
En Vitoria, sí es cierto que la primera mitad del Barça fue horrible. Sin actitud, sin compromiso, poco eficaces tanto en los pases como en defensa... el rendimiento de los jugadores fue desastroso. Además, el arbitraje y la fortuna tampoco ayudaron, como se pudo ver en el error de Piqué y Neto. Sin embargo, tras el paso por los vestuarios el rendimiento y el compromiso del conjunto azulgrana cambió por completo.
Braithwaite, invisible en el ataque del FC Barcelona
Todo, gracias a un experimento suicida que puso en práctica el técnico holandés. Apostó por un triple cambio al descanso, con De Jong de central en una defensa de tres, en busca de la remontada. Una estrategia que estuvo cerca de salirle bien a Koeman.
Griezmann empató el enfrentamiento, pero la remontada no acababa de certificarse. Y el entrenador azulgrana optó, como última bala, por dar entrada a Braithwaite por un Ansu Fati que estaba siendo uno de los mejores en el cuadro catalán. Una sustitución que comportó la ira del barcelonismo, y también del delantero de Guinea-Bisáu.
Ansu Fati, lamentando una ocasión ante el Alavés | FCB
No obstante, todavía fue más evidente el disgusto del extremo, que este sábado hacía 18 años, cuando vio el rendimiento del delantero danés. Braithwaite no estuvo a la altura de las expectativas, y prácticamente no tocó ni un solo balón. Su papel en el intento de remontada del Barça fue residual. Y la verdad es que desacreditó al holandés, al dar entrada a un jugador con claro perfil central, en lugar de mantener a un extremo puro para abrir el terreno de juego.
Ante el asedio del FC Barcelona a la portería del Alavés, el ex del Leganés intentó buscar su hueco y su oportunidad entre la marea de defensas rivales. No obstante, fue incapaz de ser protagonista y no llegó a rematar ningún centro de los laterales culés. El danés sigue intentando encontrar su posición entre el overbooking de atacantes del Barça, pero su rendimiento está lejos de asegurarle un rol importante en el equipo.