Parece que el técnico del FC Barcelona, Ronald Koeman, no tiene demasiadas alternativas al doble pivote del centro del campo entre Frenkie De Jong y Sergio Busquets. Y es que ayer, el holandés dio la titularidad a Miralem Pjanic, en detrimento de Busi.
Pero la realidad es que el serbio no dio la talla este miércoles en Turín ante la Juventus (0-2). Parece que a Pjanic le pudo la presión de encontrarse otra vez en su anterior estadio con su ex equipo, a pesar de que Koeman lo prefiere a él antes que a Riqui Puig o a Carles Aleñá.
Y es que el bosnio pareció estar eclipsado por la estela brillante de los jóvenes Ansu Fati y Pedro González ‘Pedri’ en Turín. "Nuestros jugadores son más que talentos, de no ser así no jugarían en el Barcelona, uno de los mejores clubes del mundo. Tienen talento, merecer estar aquí. Ansu entró muy bien, Pedri hizo un grandísimo partido. Tienen que crecer, pero son jóvenes y debemos ayudarles", afirmó a Sky TV tras el partido.
Ni en Turín ni con el Barça
De momento, Pjanic no ha dado la talla. Le costó mucho alcanzar el nivel de exigencia de la plantilla azulgrana y este miércoles en Italia demostró que aún le queda camino por recorrer.
De hecho, el mediocentro bosnio perdió en Turín tres balones muy peligrosos para los intereses del Barça en la primera parte, sobre todo dos que fueron regalos directos a la Juve muy cerca del área de Neto Murara.
Pjanic ante la Juve / FC Barcelona
En cierto momento del encuentro europeo, incluso llegó a parecer que Pjanic aún se pensaba que jugaba con el equipo blanquinegro todavía. Más perdido que un pulpo en un garaje, así se sintió este miércoles el bosnio en el regreso a su antigua casa vistiendo la camiseta azulgrana.