Ronald Koeman llegó al Camp Nou con la idea de sacar lo mejor de sus futbolistas, tal y como dijo en la rueda de prensa de su presentación. No lo ha logrado con Griezmann y le está costando con Frenkie de Jong, pero hay jugadores de los que sí está consiguiendo su mejor versión. El caso más claro es el de Philippe Coutinho.

El mediapunta brasileño se ha convertido en uno de los futbolistas más destacados del FC Barcelona en este arranque de temporada. Ha sido titular en cuatro de los cinco encuentros y ha tenido mucho protagonismo en el juego del equipo. Algo que jamás había sucedido en su primer año y medio como culé.

Renacido

El rendimiento de Coutinho en sus primeros 18 meses decepcionó. Si bien es cierto que empezó con buen pie, se diluyó durante la segunda temporada y acabó pasando desapercibido en la mayoría de partidos. Se llevó más de una pitada del Camp Nou y salió cedido al Bayern de Múnich por la puerta de atrás.

Philippe Coutinho celebra su tanto ante el Manchester United / EFE

Philippe Coutinho celebra su tanto ante el Manchester United / EFE

A raíz de la llegada de Koeman y de su regreso del Allianz Arena, la situación ha cambiado radicalmente. Philippe parece otro. Interviene en el juego, rompe líneas, participa en la elaboración y se compenetra a la perfección con sus compañeros. Ha anotado dos goles y ha repartido dos asistencias en tan solo cinco choques.

En la mejora de Coutinho tiene mucho que ver su nueva posición sobre el terreno de juego. Ha abandona el extremo izquierdo -y el interior- y juega de mediapunta, la ubicación donde brilló con el Liverpool. Con libertad para moverse entre líneas y sin necesidad de desbordar por banda, el astro carioca se siente mucho más cómodo.

Paciencia

Es innegable que es de elogiar el crecimiento que ha tenido Philippe en este comienzo de curso, pero tampoco hay que precipitarse con él. Ha pasado de estar en el punto de mira y sentenciado por la afición a ser aplaudido. Y todo por cinco encuentros notables en el arranque de temporada.

Coutinho y Griezmann en el partido contra el Sevilla / FC BARCELONA

Coutinho y Griezmann en el partido contra el Sevilla / FC BARCELONA

La realidad es que todavía no ha demostrado nada y, si bien ha dado un paso adelante, ha mantenido un rendimiento irregular. Brilló ante Villarreal y Celta, destacó contra el Sevilla, pero le costó mucho encontrarse cómodo entre la telaraña defensiva que diseño el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Frente al Ferencvaros, hasta el gol, pasó desapercibido.

No hay que precipitarse con Coutinho. Ha completado un buen comienzo de temporada, pero aún le queda mucho por demostrar que puede ser importante en el FC Barcelona.