Picar a Leo Messi es una verdadera profesión de riesgo. Sin embargo, si eres su entrenador, encender su llama puede ser una auténtica ventaja a lo largo de la temporada. Una conclusión que seguramente le quedó sumamente clara a Ronald Koeman tras la exhibición del 10 en el regreso de la Champions al Camp Nou.
En la rueda de prensa previa al choque contra el Ferencvaros, el técnico holandés reconoció que "el rendimiento de Leo Messi puede mejorar". Una frase que se le clavó hondo al capitán, consciente de que su entrenador tenía razón y no estaba ofreciendo el nivel esperado en los últimos partidos.
Leo Messi, en una imagen de archivo | EFE
Sin embargo, en su primera oportunidad en el terreno de juego volvió a demostar sus ansias de ganar. Recogió el guante de Koeman y le respondió con una actuación sobresaliente. Lideró al equipo en sus peores momentos, y fue el gran protagonista de un triunfo más sufrido de lo esperado.
En medio de la oscuridad, Messi
El capitán azulgrana demostró algo que siempre se le ha recriminado; liderazgo. El conjunto azulgrana no empezó bien, y se llevó dos sustos importantes por parte del equipo húngaro. Esto despertó a Leo, que decidió tomar cartas en el asunto y evitar una nueva catástrofe del FC Barcelona en el primer partido europeo tras la debacle de Lisboa.
De sus botas nació el primer tanto del partido. Recogió el balón en el centro del campo, y protagonizó una jugada estratosférica, superando hasta a tres rivales, que solo pudieron pararle derribándolo dentro del área. Penalti. Él mismo cogió la responsabilidad y no perdonó. Y pocos minutos después, asistió a Ansu para el segundo. Puso una marcha más y destrozó el Ferencvaros.
Leo Messi, celebrando su gol ante Ferecvaros en Champions | EFE
En la segunda mitad, se le notó mucho más cansado pero no por eso menos efectivo. Redujo su esfuerzo en la presión y en defensa, para ser todavía más decisivo en los metros finales. Repartió otra asistencia, esta vez a Dembelé, para poner la manita en el marcador. Y lo jugó todo. No existen rotaciones para él.
Un gol y dos asistencias para responder al recadito de Koeman. Pero lo mejor fue su actitud y sus ganas de soportar la responsabilidad. Leo Messi rejuveneció al Barça y dio ejemplo a los jóvenes. Su hambre de títulos puede con todas las polémicas que tuvieron lugar el pasado verano. El argentino quiere ganar con el FC Barcelona, y luego ya tomará una decisión sobre su futuro. Pero no permitirá que nadie dude de él.