La mano izquierda de Ronald Koeman está convenciendo a gran parte del barcelonismo durante sus primeros meses en el banquillo del Camp Nou. El técnico holandés se está mostrando implacable a la hora de aplicar su estilo de juego y romper con el tradicional 4-3-3 que se aplicaba en el FC Barcelona, y se ha hecho cargo de forma muy firme de la necesaria limpieza del vestuario.
El entrenador azulgrana ha pasado en menos de dos meses por más polémicas de las que ni siquiera se habría imaginado. A nivel deportivo, la despedida complicada de algunas leyendas del club azulgrana, como Luis Suárez o Ivan Rakitic. También la posible huída de Leo Messi. Y en estos momentos, la junta directiva se encuentra envuelta en una moción de censura que podría cambiar la presidencia en las próximas semanas.
Koeman en la banda del Camp Nou en el Barça-Sevilla / FC Barcelona
Sin embargo, fiel a su carácter, Koeman sigue confiado en que puede cambiarle la cara al equipo, y hacer una gran temporada. En una entrevista a AD, analizó sus primeros meses como entrenador del FC Barcelona y dio más detalles de cómo solventó dos de los mayores incendios que le ha tocado vivir en el cuadro catalán.
La primera charla con Leo Messi
Antes de reunirse por primera vez con Leo Messi, Koeman tenía claro que el argentino iba a seguir en el Barça. "En mis primeros días hablé mucho con la gente sobre la situación en el club. Luego quedó claro que había un gran descontento entre los jugadores, en todo tipo de temas. Por lo tanto, era una prioridad para mí hablar primero con Messi, para escuchar cómo veía él las cosas", explicó el entrenador holandés.
Ronald Koeman, saludando a Leo Messi tras sustituirle | EFE
“En su casa me contó todo tipo de cosas. Escuché eso con atención, pero también indiqué: "Yo no estaba allí en absoluto". Solo podía hablar de cómo quería trabajar y cómo quería cambiar las cosas en el club. Eso estuvo bien, porque al final de la conversación hablamos sobre las mejores formas de presionar, sobre el juego, realmente sobre el fútbol. Eso me gustó: él es un fan y todavía quiere saber cómo va", declaró Koeman sobre el encuentro con el 10 en su casa.
Por tanto, el holandés tenía claro que había circunstancias que no se podían cambiar, y que harían que Leo Messi no se marchase el pasado verano. "Sí, queria irse, pero el club lo tenía muy claro: no podía irse. La suma global (400 millones de euros) era tan alta que ningún club la pagaría en este momento. Entonces, para mí, la pregunta principal era cómo lo recuperaría, en el campo y más allá, como persona y como jugador de fútbol. Cuando de hecho comenzó a entrenar nuevamente después de esa agitada semana, solo vi cosas buenas. Su actitud: no había ni hay de qué quejarse. Lo bueno es: cuando Messi ve una pelota, se divierte". "Tenemos que asegurarnos que el entrenamiento sea divertido", añadió con una media sonrisa.
Leo Messi durante un entrenamiento /FCB
Asimismo, también dio más detalles sobre cómo es trabajar junto al 10: "Es realmente fantástico cómo ve las cosas. Qué inteligente es como jugador de fútbol y cómo lo hace técnicamente a la perfección. Realmente toma una decisión con la pelota en el último momento, en una fracción de segundo. Cuando hacemos un ejercicio de pase y disparo durante las sesiones de entrenamiento, Alfred Schreuder da las instrucciones en mitad de español, mitad de inglés. A veces aclaro un poco en español, pero con Messi eso no es necesario para nada. Inmediatamente ve a través de los ejercicios. Es, por así decirlo, muy inteligente en el fútbol".