Tanto Barça como Real Madrid estaban avisados que el primer duelo tras el parón de selecciones podría ser determinante para valorar su dinámica de la temporada. El virus FIFA atacó con fuerza a los dos grandes del fútbol español, que se encontraron con importantes bajas y con futbolistas cansados tras sus largos viajes por todo el mundo. Y evidentemente, el virus les superó.
El primero en caer fue el equipo de Zinedine Zidane, superado por un heroico Cádiz. Los blancos protagonizaron un choque horrible. No dieron la talla en ningún momento, y los gaditanos lo aprovecharon para ganar por la mínima, aunque el resultado podría haber sido mucho más abultado. Es la primera derrota de la entidad de Chamartín en Valdebebas, que además llevaba sin caer en Liga desde el 8 de marzo. "No hay explicación, hay que asumir nuestra derrota y nada más. No hay que estar contentos, pero es algo que puede pasar en un partido de fútbol. No hay excusas", declaró el técnico francés.
Messi, lamentando la derrota contra el Getafe | EFE
Por su parte, el Barça de Koeman desperdició una oportunidad de oro de llegar líderes al clásico, y destapó viejos hábitos. El equipo se vio exhausto ante un rival incómodo como el Getafe. Los culés cayeron en la trampa de los azulones y no consiguieron encontrar su ritmo y su fútbol en ningún momento. Los dos grandes cayeron por la mínima una semana antes del clásico. Hacía tiempo que no pasaba. Un ejemplo de que no están en su mejor momento.
¿El clásico más indolente de los últimos años?
Es evidente que ni Barça ni Real Madrid están finos, ni física ni mentalmente. Lejos quedan ya los clásicos de principios de década, donde ambos eran superpotencias no solo en España, sino en todo el mundo. Culés y merengues han demostrado que no son fiables. Pueden ser capaces de lo mejor y de lo peor en cada encuentro, y los rivales no les tienen miedo. Todos se ven con la opción de sacarles un resultado favorable.
Y esto nos lleva a que seguramente estamos ante una de las Ligas más abiertas y disputadas de los últimos años. Sevilla, Atlético de Madrid o Villarreal podrían meterse en la lucha por alzar el campeonato. Dependerá de cómo aprovechen las caídas de los dos grandes.
Los jugadores de Barça y Real Madrid se saludan tras un clásico | EFE
En menos de una semana, tendrá lugar el primer clásico del curso. En un Camp Nou sin aliento, y entre dos equipos muy lejos de su mejor nivel. El enfrentamiento posiblemente más indolente de los últimos años, pero a la vez más decisivo. Una victoria de cualquiera de los conjuntos puede ser la motivación suficiente para volver a creer en su proyecto. Será una prueba de fuego para que, ya sea en Barcelona o en Chamartín, puedan analizar detalladamente sus objetivos reales esta temporada. Porque de momento, han demostrado estar todavía muy lejos de los grandes de Europa. La Champions es una auténtica quimera.