Antoine Griezmann no pasa por un buen momento en el Barça. El delantero francés ya era consciente, desde que se produjo la salida de Luis Suárez, de que su papel en el ataque debería ser todavía más determinante. No obstante, de momento no está cumpliendo con las expectativas.
Ronald Koeman le dio toda su confianza desde el primer momento que llegó. Y, de momento, sigue intacta, como demuestra el hecho de que ha sido titular en todos los choques de este inicio de Liga. No obstante, la paciencia del técnico holandés empieza a agotarse ante la falta de puntería de El Principito. Incluso le dio un toque de atención de forma pública tras el partido contra el Sevilla.
Antoine Griezmann en un partido del Barcelona / EFE
El atacante galo tiene claro el por qué no acaba de triunfar en el Barça: su posición en el campo. Griezmann se siente más a gusto jugando por el centro, como hace con Francia o en el Atlético de Madrid. Sin embargo, tanto Setién como Koeman le están colocando en banda derecha, orientado hacia dentro. Y de momento, seguirá jugando ahí, tras el varapalo del técnico holandés: "el entrenador manda y el jugador tiene que sacar el máximo rendimiento".
Messi y Coutinho, sus dos problemas
La intención del francés es seguir presionando para conseguir un hueco en las posiciones más centradas del once. No obstante, de momento se antoja extremadamente complicado. Y es que estos dos huecos lo ocupan futbolistas que están rindiendo a un nivel notable en este inicio de curso.
Coutinho está siendo el mediapunta de Koeman. Pese a que hace unos meses estaba más fuera que dentro del club culé, finalmente el técnico holandés decidió confiar en él. Está respondiendo a esta confianza con destacadas actuaciones. Con un físico evolucionado, su trabajo en defensa está siendo envidiable. Y esto, sumado a que la zona ofensiva también se está mostrando acertado en el último pase y de cara a portería, hacen que sea muy difícil que, de momento, Koeman prescinda de él, o le cambie de puesto.
Coutinho, Fati y Messi celebrando el primer gol del Barça-Villarreal / FC Barcelona
Por su parte, como falso nueve pero con total libertad de movimientos está jugando Leo Messi. Sobre el 10, poco se puede decir. Puede estar desaparecido, pero decidirte partidos en dos acciones. Es insustituible, y Koeman no se plantea colocarle en banda, ya que estaría desperdiciando todo su potencial. En la etapa final de su carrera, el capitán culé se ha convertido en un futbolista determinante en los metros finales, y en pocos metros del terreno de juego. Colocarle en banda perjudicaría al equipo también en posiciones defensivas. No es una opción.
Por tanto, ubicar a Griezmann en su posición preferida podría deteriorar el esquema que el técnico holandés perfila para su Barça. Sería una decisión en contra de los intereses del vestuario. En su presentación, el ex del Atlético aseguró que podía jugar en todas las posiciones del ataque. Ahora es su momento de demostrarlo. Dejar de suspirar, y centrarse en dar lo mejor desde cualquier posición. De él depende triunfar esta temporada en el Camp Nou, o que sea su último curso. Porque oportunidades está teniendo de sobra.