Dicen que las segundas partes no son buenas. Sin embargo, Philippe Coutinho ha vuelto al FC Barcelona para desmontar este mito. Después de estar en el centro de todos los rumores durante gran parte del mercado de fichajes, finalmente el mismo Ronald Koeman reconoció que el perfil del brasileño le gusta especialmente y que contará con él como pieza importante para la temporada.
El centrocampista, tras su cesión en el Bayern de Munich donde no acabó de cuajar, estaba también convencido de dar por cerrada su etapa en el Camp Nou y marcharse. No obstante, la felicitación de algunos pesos pesados del vestuario azulgrana tras conseguir la Champions, junto a la conversación con el técnico holandés, le hicieron cambiar de idea.
Coutinho, en una acción ante el Celta | FCB
Y de momento, el tiempo está dando la razón tanto al club como al jugador en su decisión. Cou ha sido titular indiscutible en los dos primeros choques de Liga con el FC Barcelona. Se ha ganado la confianza de Koeman gracias a su trabajo y sacrificio, tanto en los entrenamientos como en el terreno de juego. Y mentalmente, está mucho más fuerte.
Koeman le ha encontrado su sitio
Asimismo, otra de las ventajas en su segunda etapa en el Camp Nou es que está a las órdenes de un entrenador que ha conseguido encontrarle un hueco en el once. El cambio de formación al 4-2-3-1 le favorece. Jugando como mediapunta, donde maravilló al mundo en el Liverpool, se está convirtiendo en pieza clave.
En la victoria ante el Celta, y pese a ser sustituido en el minuto 71, fue el futbolista que más apareció del rombo de ataque. Y se marchó exhausto. Participó en innumerables acciones ofensivas, pero además se sacrificó en defensa, al liderar la presión y al ser el primero en retroceder para defender a los centrocampistas rivales.
Coutinho, saludando a Koeman | La Liga
Este cambio de mentalidad se le ve también en su lenguaje corporal. En su primer año en Barcelona, se le veía cabizbajo y desilusionado. En cambio, ahora ha vuelto motivado con el nuevo proyecto, y está dispuesto a darlo todo para triunfar, está vez sí, en el Camp Nou.
De momento, ha conseguido lo que no alcanzó en sus primeras temporadas: ilusionar al barcelonismo y que el técnico azulgrana lo considere imprescindible en la formación. Ahora, todo depende de él, de su acierto y de su trabajo, para convertirse en un futbolista importante durante todo el curso.