Sergio Busquets estuvo este verano cerca de dejar el Barça. Sectores de la directiva culé apuntaban al de Badia del Vallés como uno de los sacrificados en la revolución de la plantilla. Sin embargo, la llegada de Koeman le abrió de nuevo las puertas. El nuevo técnico azulgrana se reunió con el centrocampista, y le aseguró que contaba con él, pero que no tenía el puesto asegurado.
Una presión que está obligando al canterano a dar lo mejor de sí mismo, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Asimismo, se está viendo favorecido también por un planteamiento que le permite ser clave en pocos metros del terreno de juego, y participar en una presión muy adelantada. En este contexto, Busi está demostrando que sigue siendo uno de los mejores del mundo.
Sergio Busquets, en el partido ante el Villarreal | EFE
Este inicio de Liga, está pudiendo jugar desde una posición más adelantada. Está siendo De Jong, como en su etapa en el Ajax, el que se está colocando más atrás, para así poder superar marcas con sus tradicionales cabalgadas. Mientras, Busquets, en una zona mucho más reducida, está participando más en el juego y recuperando muchos más balones.
Pjanic espera su oportunidad
Precisamente, la mejor versión de Busquets está dejando sin oportunidades a Miralem Pjanic. En principio, el bosnio llegaba para sustituir al internacional español en el doble pívote. Sin embargo, de momento no está contando especialmente para Koeman. Contra el Villarreal tuvo algunos minutos, pero ante el Celta ni siquiera entró al terreno de juego. Y eso que el técnico solamente llevó a cabo tres de los cinco cambios que puede hacer.
Solo llevamos dos partidos de curso, y seguramente esta dinámica cambiará notablemente con el paso de las jornadas. Un Busquets con 32 años ya no está para ser titular indiscutible. No obstante, no deja de ser una tremenda noticia para el barcelonismo que haya dado síntomas de recuperar su mejor nivel, ni que sea para instantes concretos de algunos enfrentamientos.
Sergio Busquets, en una acción ante el Celta | EFE
En un contexto adecuado, Busi es el mejor centrocampista del mundo. Y de momento, parece que Koeman ha sido capaz de plantear un fútbol donde el de Badia del Vallès se siente cómodo, y puede potenciar todas sus cualidades. Jugando en poco espacio, es una pieza insustituible en el FC Barcelona. Mientrar, a Pjanic seguro que no tardará en llegarle nuevas oportunidades de brillar.