Después de la debacle del Barça contra el Bayern de Múnich, Josep Maria Bartomeu hizo autocrítica interna sobre cuál era la actitud de los jugadores y cómo habían podido influir el tipo de entrenamientos que hacían. La sensación que tenía después del partido era de que los jugadores no estaban a la altura de lo que se exhigía en la Champions.
La reflexión, que entonces parecía un ataque directo a Setién, fue lo que llevó al presidente a elegir a Ronald Koeman como nuevo entrenador del Barcelona. Una vez empezada la temporada 2020/21, el Barça del nuevo técnico le da la razón a Bartomeu.
El Barça de Koeman
El nuevo Barça de Koeman, no tiene nada que ver con el del exmíster cántabro. El presidente, por tanto, tenía algo de razón en su frase: “Se juega como se entrena”. El preparador holandés está llevando a cabo unos entrenamientos muy físicos, en la línea de su filosofía de juego y ha cambiado el sistema de posiciones, lo que de momento en este principio de la Liga está funcionando bien.
Bartomeu antes de la llegada de Koeman, ya tenía claro el porqué era él la persona idónea para entrenar al primer equipo y mejorar su caída: “Ronald tiene experiencia y trae un buen equipo, y además en el club hay profesionales capaces de hacer lo que toca para esta renovación y este cambio”.
Con Setién
Los resultados que obtuvo la entidad blaugrana con Quique Setién fueron dolorosos. La derrota contra el Bayern de Múnich fue especialmente humillante para el club. Josep Maria Bartomeu, molesto con el ex técnico por cómo reflejaban los jugadores su preparación, dio un escarmiento en público: “Cuando uno ve los partidos y ve que un equipo va a una velocidad y otro a otra es lo que pasa. Hay una máxima que dice que se juega como se entrena”.
No obstante, matizó su discurso argumentando que tampoco quería decir que Setién entrenara mal y que lo que hacía era una autocrítica para mejorar la posición del equipo blaugrana después de que su autoestima quedara por los suelos con el resultado (2-8) que obtuvieron en Lisboa. Con su tesis, el presidente deseaba poder anunciar la llegada del héroe de Wembley al FC Barcelona.
La explosión de Messi
Después de Lisboa, con lo que suponía aquella catástrofe en los cuartos de final de la última Liga de Campeones de Europa -sumándole la falta de comunicación que sentía Leo Messi con la directiva del club blaugrana- el jugador deseaba desvincularse del Barça. Además, quería irse gratis.
El 10 explotó al ver la situación en la que se encontraba el Barcelona, sintiéndose incómodo en un ambiente poco comunicativo y tras una derrota verdaderamente humillante que vio claro que era el momento de hacer un cambio. A principios de septiembre, el argentino anunció que se quedaba en el club al menos durante un año aunque sintiéndose obligado a permanecer con los colores azulgrana.