El FC Barcelona ha conseguido solventar, con la salida de Luis Suárez, la limpieza más exigente de los últimos años. Tras la debacle ante el Bayern de Munich en Champions, el barcelonismo reclamaba un inevitable cambio de ciclo. Y esto se sumó a la necesidad de la dirección técnica de vender futbolistas con grandes contratos para equilibrar la masa salarial.
Pese a que hubo momentos que pareció que la operación salida se atascaba, finalmente el club culé consiguió decir adiós a cuatro piezas importantes del vestuario. A la baja del charrúa, se sumó la de Ivan Rakitic, Arturo Vidal y Nelson Semedo. La del lateral portugués fue la única fructífera a nivel económico, y con su venta podrían financiarse algunas incorporaciones.
Luis Suárez con Messi, Busquets, Piqué, Alba y Roberto / FCB
Sin embargo, con los otros tres prácticamente no se ha sacado nada en su traspaso. Se priorizó darles salida a toda costa para ahorrarse sus altos salarios. Una renovación necesaria donde Josep María Bartomeu dio órdenes claras de no tocar a la vieja guardia de la Masía.
Messi, Piqué, Alba y Busquets se quedan (con condiciones)
Los Gerard Piqué, Jordi Alba, Sergio Busquets y Leo Messi no podían ser tratados por el Barça como simple mercancía. Jugadores de la casa, que han crecido en La Masía y que han liderado la etapa más exitosa del club en sus 120 años de historia. Su salida de mala manera podría haber provocado un cataclismo de medidas considerables.
En la cúpula culé quieren que estos cuatro futbolistas lideren al vestuario en la revolución que se prevé. Ser los mentores de los Pedri, Trincao, Ansu Fati y compañía. Ya sea desde el terreno de juego o desde el banquillo. Les aseguraron su continuidad pero con condiciones. Una de ellas fue que su papel podría cambiar: excepto el argentino, no serán titulares indiscutibles.
Busquets, Messi, Piqué y Jordi Alba en un entrenamiento | FCB
Lo aceptaron sin rechistar, ya que siguen dispuestos a darlo todo para ayudar al Barça. Excepto un Messi al que se le privó su salida, ya que lo consideran la llave del nuevo proyecto. Por tanto, parece que Koeman tiene la intención de devolver la importancia a la cantera en su nueva FC Barcelona. Todas las salidas han sido de futbolistas previamente fichados, en una revolución que quiere que lideren los canteranos estrella.