La salida de Arturo Vidal del FC Barcelona se ha demorado más de lo que cabía esperar en un primer momento. El futbolista chileno sabe desde finales de agosto que no cuenta para Ronald Koeman, y nada más charlar con el técnico neerlandés empezó a buscar un nuevo destino. El elegido era el Inter de Milán.
El ex de Bayern de Múnich y Juventus lo tuvo claro desde el primer momento. Llegó a un acuerdo con el conjunto nerazzurro rápidamente y tampoco hubo demasiados problemas para que el Barça se entendiera con los lombardos. El traspaso se cerró el pasado martes, pero Vidal ha tenido que esperar a este domingo para desplazarse a Milán.
Problemas burocráticos
El internacional chileno viajó a Italia con su familia, su preparador físico y muchas maletas. No piensa volver a Barcelona, al menos en los próximos días. Si todo va según lo previsto, pasará el reconocimiento médico con el Inter en las próximas horas, se oficializará el fichaje y será presentado como nuevo jugador.
Arturo Vidal y Luis Suárez celebran un gol del Barça / EFE
La salida de Arturo Vidal comenzaba a ser urgente para el FC Barcelona. El club azulgrana necesita aligerar masa salarial para incorporar futbolistas y esta demora de seis días ha dejado parados a los culés en el mercado. El chileno se sumará a Rakitic, hasta ahora el único que ha salido desde que acabó la temporada.
El centrocampista firmará por las dos próximas temporadas con opción de ampliar el vínculo para una tercera. Vidal cobrará cerca de seis millones de euros netos por curso. El Barça, además, pagará la diferencia entre el salario que tenía en el Camp Nou y el que tendrá en Milán.
Dos temporadas
Arturo Vidal se marcha del FC Barcelona dos temporadas después de llegar procedente del Bayern de Múnich. Su incorporación generó controversia en el entorno, pero tanto Valverde primero como Setién después le incluyeron en la rotación del equipo y le dieron mucho peso en sus esquemas.
Arturo Vidal en un partido del Barcelona / EFE
El centrocampista chileno se va después de 96 partidos jugados, 11 goles marcados y diez asistencias repartidas. Aunque no tiene el ADN Barça, ha aportado mucho al conjunto azulgrana gracias a su sacrificio, su ayuda en la presión, su facilidad para incorporarse al ataque, su energía y su garra.
No quedará en la memoria del barcelonismo como uno de sus grandes ídolos, pero tampoco se guardará un mal recuerdo de él. Vidal vino con una labor y ha cumplido. La verdadera pregunta es si el FC Barcelona necesitaba esa labor.