Futuro incierto para Luis Suárez en el FC Barcelona. El uruguayo sigue presionando al club para salir del Camp Nou de manera totalmente gratuita y con el año de contrato que le queda --30 millones de euros brutos--, cobrado. La entidad no prevé esta opción y espera llegar a un acuerdo que convenza a ambas partes.
De momento, mientras las opciones de salida se van reduciendo, el delantero sigue entrenándose con el primer equipo. Eso sí, Ronald Koeman ya le comunicó nada más aterrizar que no contaba con él y muestra de ello es que no ha disputado ninguno de los dos partidos de pretemporada.
Este miércoles, después del encuentro contra el Girona (3-1), el holandés habló de la situación del charrúa. ”Respetamos los contratos y desde el primer día hemos dicho que, si se queda en la plantilla, será uno más”, comentó. Económica y deportivamente el club no se puede permitir pagar un salario y apartar a un delantero así.
Ronald Koeman muy atento en el banquillo /FCB
No solo Luis Suárez está impaciente para que se resuelva todo este culebrón, sino que su salida --sumada a la de Arturo Vidal-- puede sacarle un peso de encima a Koeman. “Estuve charlando con Luis esta mañana. Esperaremos a ver si hay salida o no”, reconoció. Quedan dos semanas para el cierre de mercado y siguen sin tener una plantilla definida.
Suplente de lujo
¿Qué papel le espera al charrúa si se queda en el Camp Nou? Es toda una incógnita, pero seguramente será el de revulsivo estrella. Su rendimiento en los últimos años ha ido de bajada y el primer equipo necesita una revolución para que se reactive. Al final, estos cambios tan sonados que anuncio el presidente Josep Maria Bartomeu tras la debacle en Lisboa pueden quedar en nada.
Más allá de las aportaciones que pueda dejar este curso en caso de quedarse, algo que genera debate es cómo asumiría el papel de suplente. El Barça sigue buscando en el mercado a un delantero y Suárez será por primera vez en muchos años un habitual en el banquillo. Con el Groningen, Ajax, Liverpool y selección siempre ha sido una pieza clave.
Luis Suárez durante un entrenamiento /FCB
A todo esto, cabe destacar que no se solucionaría el problema económico, pues no se reduciría la masa salarial. También se tiene que tener en cuenta que, según contrato, si el uruguayo juego el 60 por ciento de los encuentros esta temporada renueva automáticamente. Culebrón a la vista.