Leo Messi se ha visto obligado a dar marcha trás en las formas para salir del Barça. La decisión del argentino sigue siendo irrevocable. La falta de sintonía con la directiva actual, sumado a un proyecto deportivo dudoso que no le emociona para sus últimos años de carrera, le llevaron a amenazar al club culé y a buscar una salida gratis y de forma unilateral.
Para ello, se limitó a enviar un burofax donde comunicaba a la entidad azulgrana su decisión. La respuesta del FC Barcelona no tardó en llegar: la cláusula que le permitía salirse de su contrato caducó el 10 de junio. Por tanto, solo podría marcharse desembolsando la cláusula de 700 millones, o buscando un acuerdo. Una tercera opción era solicitar el transfer a la FIFA. No obstante, sus abogados desestimaron esta alternativa, ya que las probabilidades de que la justicia ordinaria diese la razón al Barça eran muy altas.
Leo Messi, en un partido con el Barça | EFE
Por tanto, el 10 se ha visto forzado a recular. Sigue queriendo salir, pero tiene claro que no quiere hacerlo de malas formas. Prefiere buscar el consenso y marchar por la puerta grande que llegar a los tribunales, como hizo Neymar.
La duda del Barça con Messi
Messi cree que merece decidir su destino y su futuro, después de todo lo que le ha dado al conjunto culé. Aspira a llegar a un acuerdo amistoso, y salir por la puerta grande. Por eso, la opción de salir gratis se ha desvanecido. Entiende que no es justo marcharse gratis del Barça, pero a la vez confía que el club respetará su voluntad de salir.
Todo el contexto lleva al Barça a una encrucijada importante. Bartomeu ha defendido que Leo es intransferible, y debe ser una pieza clave en la revolución de la plantilla. Sin embargo, el deseo claramente del argentino es marcharse. ¿Se puede permitir el FC Barcelona mantener, un año, a un Messi molesto?
Messi, en el banquillo junto a De La Fuente | EFE
El 10 acaba contrato en 2021. Por tanto, a partir de enero podría negociar su futuro libremente con cualquier equipo. Además, si se queda a regañadientes, su rendimiento y motivación podrían descender considerablemente. Por tanto, todo apunta que la salida pactada de Leo Messi, a través de un traspaso, podría ser la mejor opción para las dos partes.
No separar sus caminos a tiempo podría ser una decisión terrible tanto para el club como para el jugador. Lo que evidencia que el Barça acabará cediendo. Ahora solo falta que aparezca algún equipo con una oferta que convenza al club culé. Manchester City, PSG y Juventus siguen de cerca su situación. Pero no tendrán fácil llegar a las exigencias del FC Barcelona, que solo dejará salir a Messi convirtiéndolo en el fichaje más caro de la historia del fútbol. Todos deberán ceder y poner de su parte para que la situación llegue a buen puerto, y el barcelonismo pueda respirar tranquilo.