Neymar Junior calló las bocas de los más críticos con él. Ante el mayor escaparate del mundo del fútbol, la Champions League, demostró que es uno de los mejores futbolistas del planeta. Él solo lideró la remontada del PSG contra el Atalanta (1-2) en cuartos de final, rompiendo líneas y ofreciéndose sin descanso.
Más allá del evidente talento futbolístico que tiene en sus botas, demostró una madurez que ha ido ganando en París. Ejerció de líder, fue a recibir balones en la medular y no bajó la cabeza pese fallar algunas ocasiones claras de gol. Siguió persistiendo y, al final, tuvo premio.
Mensaje al Barça
Después del partido, Al-Khelaifi comentó que “Neymar y Mbappé no se irán nunca del PSG”, algo que podría haber ocurrido el curso pasado cuando el Barça estaba negociando su fichaje. No se llegó a un acuerdo por aquel entonces y, ahora, con la crisis económica todavía presente, parece totalmente imposible que pueda producirse.
Neymar, celebrando la clasificación del PSG para las semis de la Champions | EFE
Neymar, celebrando la clasificación del PSG para las semis de la Champions | EFE
El fichaje del brasileño era una de las peticiones del núcleo duro del vestuario, liderado por Leo Messi, a quien consideran como uno de los mejores futbolistas del mundo. Y tienen razón. Mientras sus tres sustitutos --Ousmane Dembelé, Philippe Coutinho y Antoine Griezmann-- no convencen, el carioca sigue haciendo de las suyas con los franceses.
Parece que al Barça ya le ha pasado el tren de recuperar a Neymar Junior y de volver a tener la MSN, una de las mejores delanteras de la historia del Barça. Salió en 2017 dejando 222 millones de euros, pero el Barça lleva tres años buscándole un sustituto de nivel y ya se han invertido más de 440 kilos.
Es cierto que el feo que el brasileño le hizo a los culés es de difícil perdón, pero deportivamente ha demostrado estar al nivel de un grande de verdad. Es uno de los jugadores del momento y uno de los claros sucesores al trono de Leo Messi para ser el mejor del mundo.
Mensaje a Messi
Neymar demostró contra el Atalanta que, cuando está en buen estado, puede ser uno de los mejores futbolistas del planeta. De hecho, su partido fue de récord. Firmó 16 regates en total en 90 minutos, igualando la marca que hizo Leo Messi contra el Manchester United en abril de 2008.
El brasileño del PSG, muy buen amigo del argentino, parece ser ahora mismo la gran competencia del 10 culé para arrebatarle el cetro del mejor jugador del mundo. Esta temporada el Balón de Oro no se entregará y ambos se citarán la próxima temporada para demostrar quien está un peldaño por encima del otro.