El FC Barcelona venció en casa y logró el deseado pase para la final a ocho de la Champions League en Lisboa. El equipo hizo un buen partido aunque algo sufrido en algunos momentos. Con un 3-1 firmado por Lenglet, Messi y Suárez, los azulgranas certificaron su puesto en cuartos de final donde se enfrentarán al todopoderoso Bayern de Múnich.
Una de las novedades del equipo fue Frenkie de Jong, que regresaba al once tras sufrir una lesión en el sóleo de la pierna derecha. Por este motivo se perdió casi todos los enfrentamientos de la reanudación de la Liga pero el holandés ha llegado a punto para la Champions. Puede que el campeonato nacional hubiese sido distinto con su presencia, por suerte estará para luchar por la orejona.
Nuevas ideas y mucha eficacia
De Jong estuvo brillante, aportando ideas y frescura a un Barça muy necesitado de ellas. El jugador realizó 58 pases y falló tan solo cinco, aunque no fue el mejor pasador su presencia en el medio campo dio dinamismo al equipo y junto a Sergi Roberto lograron que el equipo avanzase y se mostrase más enérgico.
Sus pases verticales para intentar romper las lineas del Nápoles dieron mucha verticalidad al juego del equipo y facilitaron acciones ofensivas, como el gol de Leo Messi que finalmente el colegiado decidió anular por mano durante el control con el pecho. A pesar de que el tanto no subió al marcador, es una prueba del buen hacer de De Jong.
De Jong durante el partido contra el Nápoles /FCB
También fue importante en defensa, ayudando a Ivan Rakitic en el eje por delante de la defensa. El holandés perdió seis balones pero recuperó cuatro. El futbolista estuvo impecable en el uno contra uno intentando y logrando tres. Además el futbolista consiguió jugar el partido completo sin hacer ninguna falta.
Listo para Lisboa
Este era su primer partido completo tras haber jugado tan solo el primer partido tras la reanudación de las competiciones y fue, probablemente, el jugador más regular y eficaz sobre el campo. De Jong demostró que es indispensable porque el Barça realmente mejora con él el el medio campo.
Como curiosidad, el jugador disputó el partido con la mano izquierda vendada, pero no hay que preocuparse. Su pareja Mikky Kiemeney se encargó de explicar en redes sociales lo sucedido. A De Jong le había picado una abeja y su mano izquierda estaba tan hinchada que prácticamente doblaba el tamaño de la derecha. Nada que le vaya a impedir estar al 100& en Lisboa.
El jugador será una de las clvaes del Barça en Lisboa y Quique Setién debe confiar en él porque el equipo es mucho mejor con su presencia. Es eficaz y regular sin ser previsible para el rival. Trabaja en el apartado ofensivo pero también se suma a la defensa cuando es necesario y será vital si los azulgranas quieren tener opciones ante un Bayern que se ha mostrado implacable.