Marc Cucurella puede ser uno de los nombres del verano. Ahora propiedad del Getafe, suena con fuerza para reforzar al Chelsea de Frank Lampard. Lateral en las categorías formativas, pero ahora interior, ha sido una de las revelaciones de la Liga y los de Stamford Bridge lo ven como posible sustituto de Marcos Alonso.
Los ingleses llevaban tiempo detrás del zurdo, pero el Barça se vio obligado a venderlo a los madrileños para obtener liquidez antes de finalizar el ejercicio económico. Finalmente abonaron 10 millones de euros por el carrilero de 22 años. Ahora, el equipo de Roman Abramovich pude pagar hasta 30 kilos.
Cucurella celebra un gol con el Getafe / EFE
Cucurella no es la primera opción. El escogido es Ben Chilwell, del Leicester City, pero los foxes piden un traspaso de 90 millones de euros. La alternativa ya sería el catalán, internacional con la Sub-21 española. Consideran que su polivalencia y su ritmo de juego pueden rendir a la perfección en la Premier League.
Cinco millones menos
El Barça confirmó la venta del zurdo el 30 de junio, antes de cerrar el ejercicio económico. El Getafe tenía una opción de compra de seis millones de euros con el 40% de un futuro traspaso para los culé. Finalmente, los azulones pagaron 10 millones de euros y deben abonar el 10% de una futura venta a los azulgranas.
Con la primera opción, la que contemplaba la cesión inicialmente, el club habría obtenido seis millones de la cláusula más el 40% de los hipotéticos 30 millones de euros, unos 12. Eso significa que se hubiera ingresado, si se confirma este traspaso, 18 millones de euros que irán a las arcas.
En cambio, con la segunda opción y la que se aplicaría ahora mismo, el Barça ya tiene los 10 millones de euros abonados y quedaría pendiente el 10% de una futura venta. Si se confirman los rumores --de 30 millones-- serían unos tres kilos. Un total de 13 millones.
Marc Cucurella saludando a Leo Messi durante el encuentro de Liga entre FC Barcelona y Getafe CF /FC BARCELONA
Los culés perderían de una operación a la otra cinco millones de euros. Priorizaron la rapidez de obtener liquidez e intentar salvar las cuentas que la calma que reclamaba este año el mercado de fichajes.