Rafinha Alcántara ha terminado la Liga con un gusto muy amargo. En agosto salió cedido por el Barça al Celta de Vigo con el objetivo de recuperar el nivel que ofreció la temporada 2013-14 antes de su periplo con las lesiones. Aunque sus actuaciones han sido mayoritariamente buenas, los gallegos han firmado un curso muy gris en su conjunto.
El centrocampista de 27 años, por suerte, no ha tenido muchos problemas físicos, el principal escollo en su carrera. Ha participado con cierta regularidad llegando a disputar 30 partidos oficiales, marcando cuatro goles y repartiendo dos asistencias. Quizás los celtistas esperaban un poco más de él.
Rafinha en un encuentro contra el Real Madrid / EFE
El brasileño no ha brillado, como tampoco lo ha hecho el resto de sus compañeros. Un equipo con nombres como Iago Aspas, Denis Suárez, Santi Mina o Fran Beltrán y dirigido por Òscar García termino decimoséptimo un punto por encima del descenso. El Leganés estuvo a punto de mandarlos a Segunda División en Valdebebas.
La disculpa pública de Rafinha
La cesión de Rafinha al Celta ha llegado a su fin y, en los próximos días, debe volver a Barcelona con el futuro más que incierto. Termina contrato en verano de 2021 y tiene colgado el cartel de transferible. Su precio de salida ronda los 15 millones de euros y no se descarta que sean los de Vigo quienes puedan abonar esa cantidad.
En redes sociales, el centrocampista quiso despedirse --de momento-- de la afición y disculparse por esta temporada: Nunca había vivido una situación como la de esta temporada y os merecéis una disculpa todos los celtistas. Somos los primeros que debemos ser autocríticos y no se ha estado a la altura.
Cuando llegué os dije que lo pasaríamos bien. Lejos de pasarlo bien, el hecho de sentirme uno más de vosotros desde hace muchos años me ha hecho vivirlo con una pasión e intensidad maravillosa y muy nuestra, pero inversamente proporcional a la preocupación que sé que compartíamos.
Y no es agradable para nadie, pero en nuestro caso es lo que nos toca y por eso estoy aquí también. A las buenas y a las malas, ojalá el significado de afouteza vuelva con más fuerza que nunca pronto. Este club y la ciudad de Vigo se lo merecen. Sabéis que soy más de hechos que de palabras, pero crecí viendo a mi ídolo aquí y no puedo no deciros lo que siento.
Os mando un sentido abrazo, celtistas.
¿Volverá a Balaídos?
La temporada de Rafinha en Vigo no ha sido estelar --como se pueden ver en sus números-- pero sí que ha demostrado carácter de líder y compromiso. Ante un mercado de fichajes inédito, la gran duda del Barça es si alguien vendrá con ofertas para llevárselo en caso de que Quique Setién, si continúa, no lo quiera en sus filas.
Tiene muy buen cartel y parece que se ha olvidado de sus problemas físicos, lo más importante. Ahora queda por ver si el Celta de Vigo u otro equipo apuestan por él y negocian con los culés una salida como traspasado. Terminará contrato dentro de un año y el club está obligado a generar ingresos.