Los jugadores y el cuerpo técnico del Barça firmaron este sábado una tregua tras una reunión de una hora en el vestuario. Ha habido mucha tensión en los últimos encuentros, sobre todo tras la derrota contra el Osasuna (1-2), y eso no era el mejor escenario para afrontar la Champions League.
Con las partes conscientes del reto que les viene, firmaron un pacto de no agresión hasta que vuelvan de Lisboa. Entonces se valorará la temporada en su conjunto y el paso de Quique Setién por el banquillo culés estos últimos meses. Es prácticamente seguro que el cántabro estará en Lisboa.
Entrenamiento del Barça con Setién y Messi en cabeza / FC Barcelona
Como quedó demostrado en Mendizorroza con el resultado (0-5) y las palabras del entrenador y de Leo Messi, se sacaron conclusiones positivas de ese encuentro. Remarán todos a una, rebajarán las tensiones acumuladas y volverán de un breve descanso con el único objetivo de sacar buen rendimiento sobre el césped.
Los condicionantes
Quique Setién es consciente de que no es un entrenador fácil, por su exigencia y por su modelo de juego. Esto le ha quemado a él --y a la plantilla en su conjunto-- antes de tiempo. Para relajar los ánimos y poder firmar una tregua hasta la Champions, deberá cumplir una serie de condicionantes bien vistos tanto desde el vestuario como desde la directiva.
El aspecto principal es mejorar la relación con la plantilla, tarea complicada. Debe tener más mano izquierda en la gestión, no contar aspectos internos en rueda de prensa y ser más directo en las explicaciones a los futbolistas. La columna vertebral es muy veterana y necesitan más motivación que lecciones de fútbol.
Quique Setién con Eder Sarabia en el Barça-Athletic / EFE
También tiene que rebajar los puntos de soberbia y exigencia que muestra a menudo públicamente. El perfil bajo de Ernesto Valverde gustaba al vestuario y el tándem Setién-Sarabia destaca, sobre todo, por su fuerte temperamento y por la presión por jugar al fútbol que quieren.
En este sentido, y como ha quedado demostrado, los jugadores quieren entrenamientos menos exigentes, más divertidos y que sirvan para hacer una piña en el vestuario. Con poco margen de trabajo para la Champions, esta plantilla necesita más a un motivador que a un entrenador puro.
Correcciones deportivas
Deportivamente, se debe mejorar sobre todo la línea defensiva, donde se siguen concediendo muchas ocasiones, y la medular, a menudo atascada en la creación de peligro. Aunque a menudo corrigen a Messi y a Suárez, los focos a mejorar parecen ser otros. La desorganización y dificultad en combinar son aspectos que se deben trabajar de cara al futuro a corto plazo.
Setién dando órdenes a Leo Messi en un partido del Barça / FC Barcelona
Por último, se deben reducir al máximo los experimentos en Europa. Ya quedó demostrado en los primeros partidos que dirigió el cántabro que no salió del todo bien. También tiene que mejorar en la lectura de los partidos y dar oportunidades, como hizo contra el Alavés, a quien verdaderamente se las merezca, ya sean del filial o jugadores contrastados.