Desde que cogió la capitanía del Barça en la temporada anterior, Leo Messi ha tenido más apariciones públicas delante de los micrófonos. Sin ser un asiduo en las ruedas de prensa o zonas mixtas – como sí que lo son Piqué, Jordi Alba, Busquets o Suárez – el argentino ha lanzado algunos mensajes contundentes cuando ha tenido la oportunidad. En este 2020, además ha elevado el tono en contra de la directiva en distintas ocasiones.
La última, por lo tanto, la vimos este jueves cuando justo perder la Liga en el que admitió con un rostro muy contundente que "hemos sido un equipo muy regular, muy débil, le ganan por intensidad, por ganas” y que “si queremos las Champions vamos a tener que cambiar muchísimo porque si no el partido de Napoles lo vamos a perder también”.
Por otro lado también disparó hacia arriba y exigió una autocrítica de los jugadores “pero también global”, en referencia clara a distintos estamentos del club. Además manifestó que lo que ha pasado desde enero hacia ahora – justo el tiempo en el que ha estado Setién – ha sido muy malo para acabar. De este modo, la continuidad del técnico para la Champions está más en duda que nunca. Finalmente lo remató diciendo que “venimos de Roma, Liverpool y la gente se está quedando sin paciencia y es normal porque no le damos nada".
Enfado con la directiva
Sin embargo, a lo largo de la temporada el capitán ya ha ido demostrando que no está muy contento y lo hizo más evidente a partir de este inicio de año. Tras la destitución de Valverde, publicó un mensaje en Instagram en el que recalcaba que "los responsables de la dirección deportiva también deben asumir sus responsabilidades y sobre todo hacerse cargo de las decisiones que toman". Por otro lado también apuntó que “creo que cuando se habla de jugadores habría que dar nombres, porque si no se nos está ensuciando a todos y alimentando cosas que no son ciertas", por lo que se deshizo de la destitución del entrenador.
A su vez, el confinamiento también tensionó las relaciones entre los jugadores y la directiva por la rebaja salarial. Tras varias semanas de negociaciones e informaciones que señalaban que la plantilla estaba en contra de ella, Messi fue el primero en lanzar un comunicado de los jugadores en el que manifestaba que “No deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa e intentara sumarnos presión para hacer algo que nosotros siempre tuvimos claro que haríamos”.
Desde las plantas nobles del club se pronunciaron declarando que había habido gente que había hablado demasiado con la prensa y el señalado fue Rousaud.
Crítica en el aspecto deportivo
Además del apartado institucional, Messi ya ha ido avisando a lo largo de la temporada que el nivel o la dinámica de la plantilla no era el adecuado. En una entrevista en febrero en Mundo Deportivo ya dejó claro que "hoy por hoy no nos da para ganar la Champions"; unas palabras que recordó tras el partido del Osasuna.
Con toda esta situación, por lo tanto, no es de extrañar la información que sacó la Cadena SER hace unos días en la que decían que la intención actual del argentino sería la de dejar el Barça al término de la temporada 2020/21. La afición culé reza por su continuidad, pero ésta tiene que ir acompañada de un gran proyecto deportivo que le convenza.