Fractura total en el vestuario del FC Barcelona. El cuerpo técnico dirigido por Quique Setién no ha logrado entenderse con la plantilla. Es algo que se olía desde hace meses y que se ha evidenciado en las últimas semanas. Tras el confinamiento, Leo Messi y Luis Suárez, dos de los pesos pesados del vestuario, han hecho feos al preparador cántabro.
El primero, al menos públicamente, fue en Vigo. No fue directamente a Setién, sino a su ayudante, Eder Sarabia. Las imágenes del astro argentino ignorando al segundo técnico del FC Barcelona en Balaídos dieron la vuelta al mundo. El preparador vasco le daba indicaciones y el 10 se limitaba a beber agua sin ni siquiera mirarlo.
Luis Suárez
No fue la única polémica del encuentro contra el Celta. Tras el partido, Luis Suárez salió a zona mixta y cuestionó las decisiones que tomó Setién y también criticó el juego que practicó el equipo. El delantero charrúa no se andó con rodeos y aseveró que "el entrenador tiene que encontrar soluciones".
Luis Suárez en un partido con el Barça / EFE
El ariete uruguayo volvió a dar que hablar con sus declaraciones en las entrevistas concedidas a Mundo Deportivo y Sport. El 9 aseguró el martes que la Liga ya estaba perdida. El FC Barcelona todavía no había jugado contra Osasuna y estaba a cuatro puntos del Real Madrid a dos jornadas para el final.
Setién, en la rueda de prensa previa al choque ante el equipo rojillo, no tuvo otra que decir que el conjunto azulgrana todavía tenía oportunidades en el campeonato doméstico, por mínimas que fueran. La victoria de la entidad de Chamartín contra el Villarreal demostró que el delantero uruguayo tenía algo de razón, aunque quizás decirlo públicamente no fuera lo más idóneo.
La última
Nada había sido tan alarmante hasta ahora como las palabras de Messi tras el encuentro contra Osasuna. El delantero argentino insinuó que lo más idóneo para el FC Barcelona sería un cambio de entrenador. No lo dijo explícitamente, pero sí señaló que "desde enero" el rendimiento del equipo "fue malo".
Setién dando órdenes a Leo Messi en un partido del Barça / FC Barcelona
Repitió, además, la expresión "no nos alcanza para la Champions", algo a lo que Setién ya respondió hace meses. Además, apeló a la autocrítica, algo en lo que el preparador cántabro dijo no estar de acuerdo. El técnico cree, además, que a diferencia de lo que dijo Messi, el Barça sí puede superar al Nápoles.
La plantilla y el cuerpo técnico no se entienden. Todo parece indicar que la etapa de Quique Setién en el FC Barcelona acabará más tarde que pronto. Si no hay entendimiento con el vestuario, muy poderoso, es imposible hacer funcionar al equipo.