Quique Setién llegó al Camp Nou prometiendo buen juego y apostar por la cantera, y por los jugadores que más trabajasen y lo mereciesen en cada momento. Sin embargo, tras el paso de los partidos y las diferentes presiones, el técnico santanderino ha acabado dejando de lado estos principios. Un hecho evidenciado por sus alineaciones tras la vuelta de la competición.
Lo único que no se le puede echar en cara al entrenador del Barça es su valentía a la hora de intentar cambiar el esquema. Trató de alejarse del tradicional 4-3-3, y ofrecer variaciones para que todos los jugadores encontrasen su hueco. Apostó por un 4-4-2, e incluso por un 4-3-1-2, para favorecer la integración de la MSG. Sin embargo, ninguno acabó de darle el resultado esperado.
Quique Setién habla con Messi y Jordi Alba en un parón para hidratarse / EFE
Y es que el FC Barcelona no necesitaba solo un lavado en la formación, sino también en su columna vertebral. Con el paso de los partidos, Setién reconoció que a ciertos jugadores no se les puede cambiar. Y ahí llegó su perdición, al ceder al poder del vestuario.
Los tres insustituibles
En este sentido, son cuatro los futbolistas que se han convertido en los pilares del míster culé en este final de temporada: Leo Messi, Ter Stegen, Gerard Piqué y un sorprendente Arturo Vidal. La importancia del argentino es evidente. Pese a que se le ha criticado que, con 33 años, no diese la oportunidad de liderar a otros jugadores más jóvenes, la realidad es que a la hora de la verdad, es el único que responde.
Messi y Quique Setién, en un momento del derbi del Barça con el Espanyol / EFE
Pese a su mala racha de cara a portería tras el confinamiento, ha seguido siendo determinante a través de sus asistencias. Ha participado en 13 de lo 18 goles que ha marcado el club azulgrana tras la vuelta de la Liga. Es la gran referencia del vestuario, tanto dentro como fuera del terreno de juego.
Por otra parte, si el de Rosario ha sido uno de los culpables de que el Real Madrid no haya levantado antes el título, tampoco se queda atrás el papel determinante del guardameta alemán. La defensa estaba siendo uno de los grandes puntos negros del Barça esta temporada, y tras el regreso los números han mejorado. Y no por la sensación de solidez, sino por las actuaciones del germano, que se ha ganado la renovación.
Piqué y Ter Stegen saludándose después de un partido / EFE
En tercer lugar, posiblemente el jugador más fino tras el parón ha sido Gerard Piqué. Rápido al corte, atento, eficiente por el juego por alto... muchos lo quieren jubilar, pero él sigue demostrando que es la referencia del equipo atrás. Estos tres lo han jugado prácticamente todo.
La gran sorpresa
FInalmente, el más sorprendente en esta lista es sin duda Arturo Vidal. La importancia del chileno ha crecido de forma sustancial en este final de Liga. Es un perfil único en la plantilla, y Setién ha aprovechado su intensidad e hiperactividad para suplir los problemas físicos de muchos futbolistas. A esto hay que añadir su eficacia de cara a portería. Se ha convertido en un fijo durante estos últimos partidos.
Arturo Vidal durante el encuentro /EFE
A parte de Ter Stegen, los otros tres futbolistas ya superan la treintena. Seguramente, ante la enorme carga de partidos, les habría venido bien en muchos momentos algún descanso. Sin embargo, la falta de efectivos, junto a su importancia en el terreno de juego, han obligado al técnico culé a estrujarlos hasta el último segundo. Un perfecto ejemplo de que la planificación esta temporada ha dejado mucho que desear.