El Barça de Quique Setién sigue acercando peligrosamente a la primera temporada en blanco del club culé en mucho tiempo. La derrota ante Osasuna puso en bandeja el título de Liga al Real Madrid. A esta decepción hay que sumar también la de hace unos meses, cuando el conjunto azulgrana fue derrotado en los cuartos de final de la Copa del Rey por el Athletic Club. La Champions es el único milagro que puede salvar una temporada horrible.
En concreto, el barcelonismo lleva desde el año 2008 sin ver a su equipo levantar un título. Y la realidad es que ambas temporadas guardan similitudes asombrosas. Tras una etapa más que exitosa, los pesos pesados del vestuario empezaron a mostrar claros síntomas de cansancio y de descenso de nivel. Lo que comportó una revolución en la plantilla.
Setién, en un partido de Champions con el Barça | EFE
En aquellos momentos, fue Pep Guardiola el que decidió cortar por lo sano, y deshacerse de grandes estrellas como Ronaldinho y Deco, y de complementos como Oleguer, Edmilson, Zambrotta o Thuram. El equipo necesitaba una revolución, y el de Santpedor la hizo potenciando el ADN Barça y la presencia de la cantera. Si no se gana la Champions, posiblemente se necesitará otra renovación este año. ¿Se repetirá la misma historia?
Peor que el Tata Martino
Sin embargo, si hay que comparar la experiencia de Setién a cargo del banquillo del FC Barcelona con alguien, sin duda su gran símil sería el Tata Martino. Ambos técnicos llegaron de forma improvisada, y nunca consiguieron una conexión fluida entre el staff y el vestuario.
No obstante, hay que destacar que el técnico santanderino va camino de tener un peor balance incluso que el argentino. En el año 2014, uno de los peores cursos que se recuerdan de la historia reciente del Barça, el Tata consiguió como mínimo levantar una Supercopa de España.
Tata Martino, en un encuentro de su etapa en el Barça | EFE
Por su parte, Setién, que no tiene asegurada su presencia para la Champions; podría despedirse del Camp Nou sin conseguir ni un solo título. La máxima competición europea podría ser su última oportunidad de salvar su breve proyecto. Eso sí, tal y como afirmó Leo Messi, el equipo tiene que mejorar, y mucho, para conseguir superar incluso la eliminatoria de octavos ante el Nápoles. Lo que es evidente es que el cántabro va camino de ser uno de los peores recuerdos de la hinchada culé en los últimos años.