La temporada del Barça está siendo bastante pobre. El equipo sigue vivo en Champions, pero virtualmente despedazado del título de Liga y eliminado de la Copa del Rey. Asimismo también perdió la Supercopa de España. De este modo, el curso actual recuerda al del 2007/08, cuando un equipo muy desgastado terminó en blanco y descolgado en la Liga.
Más allá de los números, ambos equipos tienen unas sensaciones muy similares. Los dos venían de una muy buena época, pero ya no rendían. El de la primera década de los 2000 había ganado la tercera Champions del club en 2006. Ahora, aquel equipo que triunfó con Guardiola se ha ido degradando y se ha alejado de los ideales del club, aunque ha mantenido la competitividad. En 2015 tuvo un pico bueno con Luis Enrique, pero desde entonces la caída ha ido en picado, a pesar de haber alzado algunas ligas.
Otro de los peores años que se recuerdan de la historia reciente es el 2014, con el Tata Martino al mando del equipo. Aquella temporada, sin embargo, es más anecdótica debido a la improvisación en la contratación del entrenador y la poca conexión que hubo entre plantilla y staff técnico.
Renovación de plantilla
Asimismo, la configuración de las dos plantillas también tiene semejanzas. Ambos equipos cuentan con jugadores que lo dieron todo en el club, pero que ya están envejecidos y no rinden en su máximo nivel. De este modo, en verano del 2008 el Barça se deshizo de grandes estrellas como Ronaldinho y Deco, y de complementos como Oleguer, Edmilson, Zambrotta o Thuram.
Para este mercado de fichajes, por lo tanto, también se prevén algunos cambios destacados como la salida de Rakitic, Umtiti o la ya consumada de Arthur. Sin embargo, no se espera que se toquen algunas vacas sagradas como podría ser una posible venta de Suárez.
La reacción puede venir de la misma mano
Aquella mala dinámica de ahora hace 12 años dio un vuelco absoluto con la llegada de Guardiola al banquillo azulgrana. El técnico entró con fuerza en el vestuario, volvió a las bases del ADN del club y el equipo se transformó completamente. Desde entonces, el Barça empezó una hegemonía en el fútbol mundial, aunque se le escaparon algunas Champions que podría haber ganado.
Para esta plantilla, por lo tanto, la reacción podría llegar de la mano de Xavi Hernández. El exjugador ha mamado la filosofía de Cruyff y Guradiola, y es la gran esperanza de los seguidores. Asimismo, la importancia de su legado como futbolista del Barça también le podría tener libertad a la hora de tomar decisiones en los fichajes y dar más oportunidades a los jugadores del filial.
En la actualidad, el Barça ha seguido luchando por los títulos pero ya hace tiempo que no es una referencia en Europa. Más allá de los desastres de Roma y Liverpool, la plantilla ya hace años que ofrece una imagen muy triste. Los azulgranas ya no son los dueños del balón y la afición se ha acostumbrado a sufrir en cada partido, debido a la caída futbolística y física de los jugadores, como en los últimos encuentros contra el Espanyol o Valladolid.
En la entrevista reciente de Bartomeu en TV3, además, ya se notó un cambio de discurso y en vez de admitir que el equipo tiene partidos mejores y peores, ya se limitó a decir que a veces tiene partes buenas. De este modo, es evidente que el discurso y la ambición son distintas.