El calor pudo con Antoine Griezmann en Pucela. El delantero francés fue uno de los grandes castigados por los 30 grados que reinaron en el José Zorrilla durante los 90 minutos del encuentro que disputó el FC Barcelona contra el Real Valladolid. Se le vio más fatigado de lo habitual y estuvo especialmente desacertado.
El ariete galo venía de brillar ante Villarreal y completar un buen partidos frente al RCD Espanyol. Había dejado buenas impresiones en los dos últimos compromisos del equipo azulgrana y parecía que, al fin, podía ser una pieza importante en el Barça de Setién. El choque de Valladolid fue un golpe de realidad.
Mal partido
El sofoco de Griezmann se intuyó desde el arranque del encuentro. No habían pasado ni diez minutos y el francés ya había desaprovechado una ocasión relativamente clara. La defensa del Valladolid falló y él se quedó con el balón en el área. No tenía ángulo para disparar, por lo que buscó a un Messi que llegaba desde atrás.
Antoine Griezmann durante el encuentro ante el Valladolid /FCB
Pero no lo encontró. Javi Sánchez, canterano del Real Madrid, le cerró los espacios en todo momento y no pudo conectar con el delantero argentino. Probó un pase a la desesperada que se perdió en la frontal y lo acabó recuperando la zaga vallisoletana. Messi no podía creerse lo que acababa de pasar.
Peor fue lo que sucedió diez minutos después. Semedo le puso un centro medido y él solo debía rematar a bocajarro, completamente solo en el área pequeña. Impactó el balón con la pierna derecha, le pegó tremendamente mal y el esférico se acabó marchando más cerca del córner que de la portería de Masip.
Lesionado
Para culminar su mala tarde, fue sustituido tras el descanso. Parecía un toque de atención de Quique Setién, pero con el paso de las horas se supo que el motivo del cambio fue una lesión en el cuádriceps de su pierna derecha. Las pruebas realizadas el domingo revelaron que se perderá las dos últimas jornadas de Liga.
Griezmann durante el encuentro /FCB
Todas las buenas sensaciones que ofreció Griezmann ante Villarreal y Espanyol quedaron en nada en Pucela. Ahora, el delantero francés deberá trabajar a destajo para estar al cien por cien de cara a la eliminatoria de Champions contra el Nápoles. Setién espera al Griezmann del Estadio de la Cerámica.