Este año, el Barça ha decidido ponerse pronto manos a la obra de cara a planificar el curso que viene. El conjunto azulgrana ha cerrado ya hasta a cuatro centrocampistas, que entrarán en dinámica culé cuando acaben las competiciones de la actual e insólita temporada. No obstante, hay uno que despierta una ilusión especial en la mayoría del barcelonismo: Miralem Pjanic.
El centrocampista bosnio formó parte del trueque entre la Juventus y el cuadro catalán, en el que Arthur Melo acabará jugando en la Vecchia Signora, a cambio del mismo Pjanic y diez millones de euros. Una operación no solo para equilibrar las cuentas, sino también para poder contar con un jugador mucho más contrastado y de rendimiento inmediato.
Arthur Melo contra Miralem Pjanic, la operación Barça-Juventus / CM
El actual futbolista de la Juve nunca ha escondido su sueño de vestir la elástica azulgrana. Y finalmente, en una etapa donde ha alcanzado la madurez futbolística, hará su sueño realidad. No será hasta finales de agosto que podrá dedicarse al 100% al FC Barcelona, sin embargo ya está empezando a trazar detalles de la que será su llegada al Camp Nou.
Llegará con sus preparadores
Uno de los grandes argumentos por el que la secretaría técnica culé decidió apostar por Pjanic, es su regularidad y las pocas lesiones que ha sufrido durante toda su carrera. Un dato que lo diferencia totalmente de Arthur, al que los problemas físicos lo han convertido en un espejismo de Xavi Hernández. En total, el bosnio acumula 126 días de baja por lesión desde 2011, mientras que el brasileño ya ha sumado 210 días de baja en las tres temporadas que ha jugado en Barcelona.
Uno de los secretos para este rendimiento es que cuida al milímetro todos los detalles que debe tener en cuenta un profesional para que su vida deportiva sea larga. La prueba es que no llegará solo a Barcelona, sino acompañado de un grupo de profesionales, ya amigos, con quienes trabaja a diario para minimizar el riesgo de lesiones y mantenerse en un estado de forma óptimo. Estos son Damiano Stefanini, con quien empezó a colaborar en la Roma, se ha convertido en una de sus personas de confianza, y Patrick Contorno, su cocinero personal.
Pjanic, en un partido con la Juventus | EFE
Además, según fuentes de su entorno consultadas por Sport, el centrocampista vive para jugar al fútbol. Vive entre el campo de entrenamiento, los partidos y su casa. No le gusta la noche, y está centrado, única y exclusivamente en ser mejor futbolista, en darlo todo en el campo. Sabe que su cuerpo es su herramienta de trabajo.
No esperará ni un segundo
Es tan grande su deseo de jugar en el Barça, que no esperará ni un minuto más del que sea necesario. A la que acabe la temporada, cogerá un avión y se instalará en la ciudad condal, en busca de casa. Todo, para centrarse totalmente en triunfar en el Camp Nou, y estar disponible para la pretemporada y hacerse un hueco en el equipo.
Por otra parte, Pjanic ha empezado a trabajar en su castellano, para poder comunicarse con sus compañeros dentro del vestuario. Hay que destacar que no será un gran problema. Tiene un gran dominio de las lenguas, y domina hasta seis: luxemburgués, alemán, francés, italiano, bosnio e inglés. Su mensaje en catalán tras confirmase el traspaso es otro ejemplo de que está dispuesto a entrar con buen pie.
Pjanic, vestido con la camiseta del Barça, en un montaje | REDES
Finalmente, el bosnio tendrá la suerte de tener ya a personas de confianza en el vestuario culé. Si nada cambia tras el mercado de fichajes, compartirá equipo con Rakitic y Umtiit, con el que coincidió en las categorías inferiores de la selección croata, y del Olympique de Lyon respectivamente. Además, también compartió plantilla con Neto en la Juventus.