La angustia persigue a Arthur Melo desde hace semanas. En concreto, desde el pasado 29 de junio, cuando el Barça anunció de forma oficial el traspaso del centrocampista brasileño a la Juventus, a cambio de Miralem Pjanic y diez millones de euros.
La pandemia del coronavirus, que obligó a postponer durante unos meses las competiciones, también ha provocado una situación insólita en el mercado de fichajes. En este sentido, y aunque el movimiento ya es seguro, Arthur tendrá que acabar la temporada con el Barça. Se podrá incorporar con su nuevo equipo cuando finalice la Champions en agosto. Pero hasta entonces, sigue siendo jugador culé.
Arthur en un partido del Barça / EFE
El técnico Quique Setién ha reforzado en diferentes ocasiones durante estos días que el futbolista carioca está comprometido con la entidad catalana, y que puede tener minutos en cualquier momento. No obstante, la realidad es que desde que se cerró el acuerdo, no se ha vestido todavía de corto. Tres partidos consecutivos en el banquillo, al que habrá que sumar también el choque contra el Valladolid, donde será baja por una supuesta "amigdalitis".
Arthur sigue confiando en tener una dulce despedida del Camp Nou. Su mayor deseo es marcharse con un título sobre el brazo, y volviendo a vestir la elástica azulgrana. Todo dependerá de las necesidades del equipo, pero en estos momentos, da la sensación de que es la última alternativa de Setién para un poblado centro del campo. Lo que no recibirá seguro será una última ovación, ya que los partidos seguirán jugándose a puerta cerrada hasta próximo aviso.
Su situación, contraria a la de Pjanic
Una situación totalmente distinta a la que vive su repuesto, Miralem Pjanic, en sus últimos meses como jugador de la Juventus. Sarri sigue contando con él, y continua siendo el líder indiscutible de la medular de la Vecchia Signora. Todavía no se ha perdido ni un encuentro tras el rotorno del fútbol a tierras italianas.
Un contexto totalmente contradictorio, si se tiene en cuenta la manera en la que se desarrolló la negociación. El bosnio mostró en todo momento su deseo de recalar en el Camp Nou; mientras que el brasileño, semanas antes, había cerrado la puerta a marcharse del Barça. No obstante, ha sido Arthur el que ha perdido por completo la confianza de su entrenador y del club.
Miralem Pjanic con la Juventus /REDES
A ambos equipos les queda todavía partidos de Liga y la Champions esta temporada. Cuando acabe la máxima competición europea, los dos jugadores podrán unirse a sus nuevos conjuntos. Sin embargo, se espera una despedida mucho más sentida de la afición de la Juventus a Pjanic, muy respetado por todas las esferas de la entidad; que a un Arthur que se ha convertido en el espejismo de Xavi Hernández en el Can Barça.