Ansu Fati fue uno de los grandes protagonistas del choque contra el Espanyol. Pero no para bien. Ante la férrea defensa espanyolista en la primera mitad, Setién decidió ser valiente y no se pensó ni un minuto el sacar al jugador más desequilibrante, después de Messi, de la plantilla. El técnico culé dio entrada a al joven extremo al descanso. No obstante, esta vez su estrategia no le funcionó bien.
Y es que el joven extremo duró menos de cinco minutos sobre el terreno de juego. En una de sus primeras acciones, realizó una plancha imprudente contra Calero. El colegiado le mostró la amarilla, pero tras consultar con el VAR, decidió expulsar al de Guinea-Bisáu. "Su incorporación nos iba a dar amplitud por fuera y más espacios por dentro, pero el plan se ha ido al traste con la expulsión. Ha sido una pena porque creo que nos habría ayudado mucho su capacidad y habilidad para desbordar y llegar con más claridad", explicó el técnico azulgrana en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El vestuario se vuelca con Ansu
El atacante de Guinea-Bisáu se marchó destrozado al vestuario tras su primera expulsión como profesional. Una vez el colegiado decretó el final del choque, no tardó en buscar a Setién para pedirle perdón por la acción. "Él ha tenido mucha humildad, ha venido a hablar conmigo y ha sentido mucho lo que ha pasado. No era una acción provocada, él iba a la disputa del balón y es fortuita, pero es cierto que ha sido más dura de lo que me pareció en el campo. No le culpo", explicó el santanderino.
No obstante, la realidad es que tardó horas en poder sacarse la jugada de la cabeza. Tras bajar al vestuario, no dejó de darle vueltas a la acción. Se encontraba triste, cabizbajo y abatido tras la expulsión. Pero entonces, surgieron los pesos pesados de la plantilla para apoyarle. "De esta experiencia se aprende”. Todos trataron de animarle. El primero fue Messi, que actuó de capitán, pero uno de los que estuvo más encima de él fue Rakitic. El mensaje fue el mismo: "Hay que mirar hacia adelante”.
Ansu Fati celebra con Messi sus goles al Levante / EFE
Ansu se perderá el choque ante el Valladolid, tras conseguir una racha de muchas convocatorias consecutivas con el primer equipo. Pese a sus 17 años, ha conseguido ganarse al vestuario y ya es uno más. Emuló a Messi con una expulsión como adolescente, pero el rosarino es el gran ejemplo de que se puede seguir adelante, y esto puede servir para mejorar.