Leo Messi acumula bastantes partidos sin estar muy fino de cara a puerta. A pesar que sigue siendo de los mejores en cada encuentro, no está teniendo tanta facilidad para anotar. Desde la primera jornada tras el parón, contra el Mallorca, el argentino no ha marcado ningún gol de jugada. Sí que lo ha hecho, en cambio, de penalti contra el Leganés y el Atlético de Madrid.
Una faceta que había mejorado mucho en los últimos años era en el lanzamiento de falta. Esta temporada, en cambio, no está tan acertado. El curso lo empezó muy enchufado con cuatro goles de libre directo en las primeras 13 jornadas. Desde aquel lejano partido en noviembre contra el Celta de Vigo, por el contrario, no lo ha vuelto a repetir. En total ya van 28 encuentros de por medio y más de 30 lanzamientos.
El mejor lanzador del mundo
Hasta entonces, sus registros habían sido espectaculares y con una progresión muy buena. Tras aquellos dos goles de falta contra el equipo gallego, Messi alcanzó los 29 tantos de libre directo en las últimas ocho temporadas en Liga. Éstas, por lo tanto, eran unas cifras superiores a cualquier equipo de las cinco grandes ligas europeas en el mismo período de falta. Le seguían la Juventus (27), el Real Madrid (23), la Roma y el Olympique de Lyon (21).
Por otra parte, el argentino es el máximo anotador en disparos de falta de la Liga en los 25 últimos años, con 33. Le siguen Cristiano Ronaldo (19), Roberto Carlos (16) y Ronaldinho (15). Además, según datos de @2010MisterChip, el capitán azulgrana tiene el mejor porcentaje de los cuatro.
De este modo, lo más normas es que tarde o temprano el mejor jugador del mundo vuelva a encontrar la tecla para marcar goles de falta. A lo largo de la historia lo ha demostrado y sus dianas han sido vitales para los títulos del club. Asimismo los ha hecho con una gran variedad: desde muy cerca, desde muy lejos, por arriba, por abajo, con efecto, potentes, suaves…
Esto también ha provocado que en los últimos meses nos hayamos acostumbrado a ver jugadores que se tiran al suelo para poder cubrir un posible disparo raso. A su vez, en el empate contra el Celta también vimos como el rival proponía una disposición distinta para poder tapar los huecos. Sin embargo, Messi le puso el balón a Suárez para que marcara de cabeza. Por otro lado, algunos entrenadores han planteado no poner barrera, pero ninguno se ha atrevido a hacerlo en el terreno de juego.