El Barça no se rinde. El conjunto azulgrana, pese a que tiene cada vez más difícil superar al Real Madrid y conseguir su tercer título de Liga consecutivo, no dejará de intentarlo hasta el final. En el triunfo por la mínima contra el Espanyol, que comportó el descenso matemático de Los Periquitos a Segunda División, los hombres de Setién no se mostraron especialmente atinados en su juego. En parte, por las dificultades del cuadro blanquiazul, con hasta ocho jugadores en defensa.
Una fortaleza impenetrable que no consiguieron superar en ningún momento en la primera mitad. Pero no solo eso, sino que apenas consiguieron acercarse con peligro a la portería de Diego López. En la segunda parte, la única gran combinación de la MSG acabó con el gol de Luis Suárez, que acabó siendo decisivo.
Tras este tanto, el Espanyol se lanzó al ataque en busca del empate, para acabar su andadura en Primera División con las botas puestas. Un gol que finalmente no llegó, y que tampoco habría cambiado nada. Su destino hace tiempo que estaba escrito.
Ansu Fati, estrategia fallida
Ansu Fati fue uno de los grandes protagonistas del choque contra el Espanyol. Pero no para bien. Ante la férrea defensa espanyolista, Setién decidió ser valiente y no se pensó ni un minuto el sacar al jugador más desequilibrante, después de Messi, de la plantilla. El técnico culé dio entrada a al joven extremo al descanso. No obstante, esta vez su estrategia no le funcionó bien.
Y es que el joven extremo duró menos de cinco minutos sobre el terreno de juego. En una de sus primeras acciones, realizó una plancha imprudente contra Calero. El colegiado le mostró la amarilla, pero tras consultar con el VAR, decidió expulsar al de Guinea-Bisáu. "Su incorporación nos iba a dar amplitud por fuera y más espacios por dentro, pero el plan se ha ido al traste con la expulsión. Ha sido una pena porque creo que nos habría ayudado mucho su capacidad y habilidad para desbordar y llegar con más claridad", explicó el técnico azulgrana en la rueda de prensa posterior al encuentro.
Acción por la que Ansu Fati fue expulsado contra el Espanyol | EFE
Un error fruto de la inexperiencia, que no traerá más consecuencias al joven extremo, que no dudó en disculparse con Setién tras su dura entrada. "Él ha tenido mucha humildad, ha venido a hablar conmigo y ha sentido mucho lo que ha pasado. No era una acción provocada, él iba a la disputa del balón y es fortuita, pero es cierto que ha sido más dura de lo que me pareció en el campo. No le culpo", sentenció el santanderino.