El Espanyol está a un paso de descender de categoría. Virtualmente, los de Rufete ya están pensando en el fútbol de plata. A falta de cuatro choques, y 12 puntos por disputar, se encuentran colistas a 11 puntos de la salvación. Ni el milagro más grande de toda la historia podría evitar el desastre.
Un descenso más que merecido. Pese a la enorme inversión de Chen al frente del club blanquiazul, con fichajes de la talla de Embarba o Raúl de Tomás, el equipo no ha estado nunca a la altura. Hasta tres técnicos han pasado por el banquillo (Machín, Abelardo y Rufete) y ninguno de ellos ha conseguido dar con la tecla ganadora.
Un jugador del Espanyol se lamenta tras una derrota | EFE
En 34 encuentros, solo han sumado cinco triunfos. Han visto portería en 27 ocasiones y han recibido hasta 54 tantos. Números horribles que hace tiempo que intuían la desgracia. Sin embargo, no será hasta el próximo miércoles que los periquitos tendrán que enfrentarse a su primer matchball para seguir fantaseando con su sueño imposible, y evitar decir adiós a la categoría de oro tras 26 temporadas consecutivas.
No obstante, el destino ha vuelto a ser caprichoso, y podría ser precisamente su gran rival, el Barça, el que sentencie al Espanyol al infierno de Segunda.
Derbi de altura
Este miércoles, a partir de las 22 horas en el Camp Nou, el cuadro culé podría dar la estocada final a los blanquiazules. Será un derbi especial y todavía más intenso que los anteriores. Los de Rufete saldrán con todo para, como mínimo, marcharse de la categoría con la cabeza alta. Mientras, los de Setién, tras su exhibición contra el Villarreal, trabajan para reencontrarse y esperar un error del Real Madrid para recuperar opciones para conseguir la Liga.
Además, hay que destacar que ningún choque de un rival directo puede adelantar la calamidad del Espanyol. Los duelos Sevilla-Eibar (lunes) y Celta-Atlético (martes) no influirían en el desenlace de los Periquitos, puesto que el Alavés no juega hasta el jueves su encuentro de liga.
Leo Messi, en un derbi contra el Espanyol | EFE
Por tanto, solo tendrán dos cartas: una victoria ante el Barça les permitiría seguir soñando, mientras que un empate o una derrota les condenaría de forma matemática a ser equipo de la Liga Smartbank el curso que viene.