El FC Barcelona lo tiene en chino para revalidar el título de Liga por tercer año consecutivo. Los empates ante Sevilla, Celta de Vigo y Atlético de Madrid, sumados a las seis victorias en sendos encuentros del Real Madrid, complican enormemente el triplete de Ligas. Los de Setién necesitan poco menos que un milagro.

Los blancos aventajan en cuatro puntos a los azulgranas cuando solo faltan cinco jornadas para que concluya el campeonato. Por lo tanto, el equipo dirigido de Zidane se puede permitir el lujo de empatar dos encuentros o perder uno y, aún así, seguiría por delante del FC Barcelona en la clasificación.

Control

El equipo azulgrana afrontará el próximo domingo el que probablemente sea el encuentro más complicado que le queda esta temporada. Los de Setién visitarán al Villarreal, uno de los equipos más en forma de la Liga tras el parón. Desde que se reanudó la competición, el cuadro groguet ha cosechado cinco victorias y un empate.

Arturo Vidal en una acción en el Villarreal-Barça / EFE

Arturo Vidal en una acción en el Villarreal-Barça / EFE

Después de haber descansado este jueves, el FC Barcelona regresó a los entrenamientos este viernes. Y al llegar, se encontró con que los vampiros de la UEFA estaban esperando para realizar controles antidoping a los futbolistas. Es un protocolo habitual que se realiza de forma periódica.

No todos se sometieron al test. Únicamente lo pasaron los centrocampistas Ivan Rakitic, Sergio Busquets, Arturo Vidal, Riqui Puig y los delanteros Antoine Griezmann y Ansu Fati.

Villarreal

Una vez que los seis futbolistas se sometieron al control antidoping, empezó el entrenamiento para preparar la visita al Estadio de la Cerámica, antes conocido como El Madrigal. Un nuevo pinchazo dejaría la Liga a tiro para el Real Madrid, con un calendario bastante más favorable que los culés.

Malcom y Cazorla disputan el balón durante el Villarreal Barça EFE

Malcom y Cazorla disputan el balón durante el Villarreal Barça EFE

Si bien es cierto que el FC Barcelona no pierde en Villarreal desde 2007, tres de sus últimas cuatro visitas han acabado en empate. Resultado que, tras los últimos acontecimientos, sería del todo inútil para el conjunto azulgrana.