En este final de temporada el arbitraje está dando mucho que hablar. Este mismo jueves también se ha generado bastante polémica sobre un posible penalti de Carvajal en el partido contra el Getafe y que no se silbó. Lo cierto es que no ha habido ninguna acción entre Madrid y Barça que sea un error clamoroso, pero sí que la moneda siempre ha acabado cayendo en favor de los madridistas.
Por lo que refiere al último encuentro de los azulgranas, hubo un par de acciones que podrían haber beneficiado al Barça pero que Mateu Lahoz dejó seguir. La primera fue en el primer penalti en contra. Ter Stegen paró el disparo de Diego Costa pero el colegiado mando repetir el lanzamiento porque el portero alemán no tenía ninguno de los dos pies encima de la raya de gol.
Es cierto que siguiendo el reglamento se tiene que repetir el penalti, pero ha habido otras acciones similares en las que se ha dejado seguir. Sin embargo, en la repetición Saúl anotó el penalti mientras que Correa ya se encontraba dentro del área antes del lanzamiento. De este modo, así como se siguió estrictamente el reglamento en la acción de Ter Stegen, en ésta también se tendría que haber repetido el penalti.
Más tarde, con el partido ya empatado a dos, hubo otra acción que los azulgranas protestaron por un posible penalti de Giménez a Piqué. El central del Barça quiso rematar un centro al área pero el uruguayo se respaldó sobre los hombros del catalán y le impidió que saltara. A pesar de no ser una situación flagrante, se podría haber señalado. Además, después sí que pitaron faltas en ataque a Ansu y Arturo Vidal por acciones muy similares.
El mal endémico del Barça en esta temporada, y especialmente tras el parón, ha sido la falta de continuidad en el juego. Los azulgranas han sido muy planos y no han acechado la portería rival. Por otro lado, sí que algunas decisiones arbitrales al hilo del reglamento podrían haber caído del lado de los azulgranas y que se encontraran más cerca del Madrid para luchar por el título de Liga hasta el final.