Uno de los grandes nombres propios de la actualidad del Barça es Antoine Griezmann. Y no para bien. Su caso ha explotado de forma definitiva en el Camp Nou, después de su tercera suplencia consecutiva en el choque ante, precisamente, su exequipo, el Atlético de Madrid. El francés, gran fichaje del conjunto azulgrana el curso pasado por 120 millones de euros, ha pasado en las últimas semanas de ser indiscutible para Quique Setién a suplente habitual.
Pero lo peor del choque contra el conjunto colchonero es el desprecio del técnico santanderino contra El Principito. No solo se quedó fuera del once titular, sino que además, y pese a la necesidad del conjunto azulgrana de eficacia en ataque y gol, el francés no entró hasta el tiempo de descuento.
Griezmann, desolado en un partido con el Barça | EFE
Una decisión humillante que ha despertado todos los rumores sobre su futuro en el conjunto azulgrana. Griezmann, que llegó con el cartel de superestrella, ha bajado considerablemente su caché. Sin embargo, tiene claro que no llegó al Camp Nou para ser suplente, y no tener protagonismo.
No tirará la toalla
No obstante, y pese a sentirse degradado, frustrado y dolido por sus últimas suplencias, la intención del ariete galo es continuar en el FC Barcelona la temporada que viene. Lejos de venirse abajo, intentará convencer a Setién, o al que sea el próximo técnico azulgrana, de que merece volver a ser titular.
Un punto de vista que también defenderán su agente y su hermana en la cumbre que se celebrará la próxima semana en Can Barça, según avanzó el rotativo francés Le Parisien. Los representantes del atacante culé se reunirán con dirigentes del club para tratar los últimos acontecimientos, pero se descarta ninguna decisión tremendista. Y es que según ambas partes, siempre según estas fuentes, todos están convencidos que acabará su contrato. Eso sí, todo en caso de que vuelve a ser un fijo en el once. No está dispuesto a aceptar ser suplente, aunque por ahora prefiere no exteriorizar su enfado y se muestra así de feliz y abstraído en las redes junto a su esposa Erika.
Por otra parte, este mismo medio también reveló una conversación entre Quique Setién y Griezmann en la que el entrenador cántabro le hizo saber que en estos últimos encuentros iba a tener menos participación. Lo que no esperaba en ningún caso el delantero era lo que ocurrió ante el Atleti, un choque muy especial para él, donde quedó por detrás de otros jugadores como Braithwaite o Ansu Fati.
La alargada sombra de Neymar
En este sentido, se descarta de momento que Griezmann forme parte de ningún trueque u operación este próximo verano. Tras el último incendio, surgió con fuerza el rumor de que el Barça estaría intentando forzar al francés a marcharse, e intentar incluirlo en un movimiento que acabaría con la vuelta de Neymar al Camp Nou.
Un cambio de cromos que permitiría a Bartomeu ganarse de nuevo la confianza del vestuario, y sobre todo del capitán Leo Messi. Desde el primer momento, el delantero argentino se mostró contrario al fichaje del galo porque le sentó mal haberse mojado por él un año antes para que finalmente los dejase tirados. Messi apostó claramente por el regreso de Neymar y la relación entre ambos fue complicada en los primeros meses, aunque poco a poco se fue normalizando. Sin embargo, el galo nunca ha conseguido formar parte de la piña, y compenetrarse con el vestuario.
Griezmann, enfrentándose a Neymar en un Francia-Brasil | EFE
Sin embargo, ante la negativa de Griezmann de tirar la toalla, las opciones de Ney de regresar al conjunto azulgrana son ínfimas. A nivel económico el FC Barcelona difícilmente podrá llegar a las exigencias del PSG. La única opción es que, tras las presiones del brasileño, el jeque Nasser Al-Khelaifi acepte negociar un trueque de futbolistas por él. En esta conjetura, la entidad azulgrana contaría con piezas de sobra para convencer al conjunto parisino (Rakitic, Umtiti, Todibo, Dembelé, Coutinho). No obstante, sin Griezmann se intuye prácticamente imposible que el movimiento pueda darse.