El Atlético llega al Camp Nou como tercero en la lucha por el título pero con 58 puntos, está muy lejos de la verdadera pelea. El Barça está segundo con 69 puntos, a tres del Real Madrid. El conjunto rojiblanco viene de ganar en casa por 2-1 frente al Alavés y los de Quique Setién de empatara dos en Vigo.
Los azulgranas no pueden permitirse perder más puntos si todavía quieren tener opciones al título: "Es verdad que los encuentros contra el Atlético de Madrid son tremendamente disputados y difíciles. Suele haber muchas alternativas. Es un gran equipo". Para el Barça la victoria es una necesidad ahora mismo: "Ganar se ha convertido en una cuestión tremendamente decisiva, porque todo puede pasar pero cada vez se reducen los partidos y el margen que tienes es menor".
Intensidad asegurada
Joao Félix llegó al Atlético de Madrid con la etiqueta de futura estrella bajo el brazo. El precio que pagó el club, su talento y su proyección unidas a su carácter y personalidad hacen de él un jugador muy especial. El futbolista sigue trabajando para llegar a la élite y antes del parón hizo una gran actuación ante el Liverpool.
El futbolista ha dejado grandes detalles técnicos y ha demostrado su habilidad para encararse con los rivales o cambiar el ritmo de juego pero aún no ha deslumbrado con las finalizaciones de sus jugadas. Félix es muchas veces igual de bueno a nivel técnico como individualista. El jugador debe aprender a jugar mejor en equipo.
Durante el encuentro de la Supercopa en el que ambos equipos se enfrentaron por última vez, el portugués no se achantó frente al FC Barelona ni tuvo reparos en encararse con Leo Messi. Félix se enfrentó primero con Jordi Alba cuando el catalán le tocó la caray el jugador rojiblanco le apartó el brazo. Luego llegó Gerard Piqué para poner orden y finalmente se enfrentó con Messi y a diferencia de otros jugadores le aguantó la mirada y le plantó cara.
Otras polémicas
El Barça llega al encuentro tras unos días complicados. A la salida de Arthur Melo y la polémica entre el entrenador y el brasileño se ha unido la controversia entorno al comportamiento de Messi. Precisamente en el partido ante el Celta de Vigo se produjo un momento de tensión entre el argentino y Eder Sarabia.
Messi charlaba sin ningún problema con Piqué hasta que apareció la mano derecha del míster y el argentino decidió marcharse. Setién no ha querido darle importancia pero se intuyen los problemas. Para el cántabro, no hay ningún problema: "Es cierto que siempre hay controversias. Es normal que existan diferencias. Yo tampoco era un jugador fácil en su momento".
Setién solo quiere que el grupo se una y luche por el objetivo dejando de lado las individualidades: "Lo importante es convencer a todos de que la idea es la que debemos desarrollar. Hay una buena comunicación buena con los jugadores, no le doy importancia a posibles discrepancias". Para los azulgranas es indispensable ganar a los rojiblancos tras el duro golpe que ha supuesto el empate en Balaídos.